Por Sergio García
NOGALES, Son.- Como un misil hipersónico cayó en palacio de esta frontera la noticia de que el Director de Imagen Urbana se encontraba en la lista de personas sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La nota de la Agencia de Prensa Francesa dice textualmente que Estados Unidos impuso sanciones económicas a 13 miembros y cuatro empresas del cártel mexicano de Sinaloa por tráfico de fentanilo y otras drogas, informó este martes el Departamento del Tesoro.
No vamos a mencionar más nombres aquí porque ya son del dominio público, y porque aprecio mi pellejo.
La acción, “coordinada estrechamente con el gobierno de México, incluida La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)”, permitió sancionar a varias personas… dice el documento.
El tema se movió intensamente por todo Sonora y por todo México, ya que fueron muchas personas y empresas las sancionadas. Las resonancias del temblor llegaron hasta el Gobierno del Estado, donde levantaron las cejas para mirar a Nogales.
Ayer, a puerta cerrada, el alcalde Juan Gim Nogales, se reunió con personal de su confianza para determinar las cosas por hacer, y como a eso de las 7 de la tarde emitieron un boletín que es una joya de operatividad política: Llaman a prevenir las enfermedades respiratorias… Nogales, Sonora, 07 de noviembre.- A vacunarse contra la Influenza y el Covid-19, así como a aplicar las medidas preventivas de sanidad… Etcétera…
Y así se fueron, como si nada hubiera pasado. Al final del día el Alcalde determinó pedirle la renuncia al Director de Imagen Urbana, quien mañana la entregará formalmente.
No se trata aquí de acusar a nadie. Pero sí ya es hora de llamar a la reflexión. Hace apenas unos meses la Directora de Salud Municipal, Dora Alicia Ruelas Armenta, fue obligada a renunciar, después de recibir una paliza de parte de unos narcos locales. Unos narquillos, tiradores de la colonia San Miguel.
La golpiza la recibió esta funcionaria mientras ejercía su labor de Directora de Salud Municipal. Fue lesionada de sus cervicales, además de algunas escoriaciones visibles. Dos o tres mujeres más fueron agredidas también durante una jornada de salud municipal que casi termina en tragedia.
La estimada Doris, quien era estandarte de la Administración Municipal, fue a presentar una denuncia ministerial; sin embargo, dicen las malas lenguas, el Alcalde Juan Gim Nogales la obligó a retirar los cargos o a no presentar la denuncia. Al parecer, los agresores eran además parientes de un regidor morenista. Doris fue abandonada.
Doris fue obligada a renunciar ante el desconcierto generalizado. Las molestias de los empleados municipales fueron silenciadas. Por eso existe el temor, (y la certeza) de que, en caso de problemas con el narco, los empleados no serán respaldados por las autoridades municipales, no importa el cargo que ostenten.
Doris era el alma de la administración. Estimada por muchos, y hasta premiada por el Gobierno de Estados Unidos por su labor en la pandemia. Y desde el Consulado de EU pararon las cejas al ver su despido, y las causas de su despido. Seguro tomaron nota.
Actualmente Doris sigue sufriendo en silencio la misógina persecución de sus exjefes, pero es una dama, es brava y se aguanta sin quejarse.
Además, este tema nos regresa al caso de Cecilia Yépiz, quien fue también obligada a renunciar dos días antes de ser asesinada. Cecilia Yépiz es una corona de vergüenza para los políticos locales, para los funcionarios que agarraron dinero en esa megatranza que salió mal; es una corona de vergüenza para los rugidores que agarraron dinero por autorizar ese casino maldito que le costó la vida a una mujer…, y también es una vergüenza para el ex alcalde Jesús Pujol, quien sabe toda la verdad de lo que pasó. Por cierto, Jesús quiere ser ahora diputado federal, ¿Será capaz?.
El caso de Cecilia Yépiz es una bofetada al rostro de Morena. Es una bofetada para nosotros los periodistas. La familia de Cecilia tuvo que huir de México para salvar su vida… Y a nadie de sus compañeros de administración le importó el caso.
Urge que ciudadanos nobles, honorables, que los hay, retomen la política y alejen un poco al narco de las decisiones de Gobierno. Que el funcionario sea respetado por esos grupos de poder, empresariales o ilegales.
Los casos de Cecilia, de Doris, del caso de ayer, son una alerta para detener esa infiltración de las “fuerzas alternas”, de las “fuerzas oscuras”, como les llama el Alcalde, en el Ayuntamiento. Porque cada vez es más evidente quién es el que realmente manda en esta ciudad… Y eso lo miran los gringos desde el Consulado… y lo investigan.