Ciudad de Gaza, Palestina.- Al menos dos ataques atribuidos a Israel en la entrada de un hospital y en el patio de una escuela que funcionaba como refugio para desplazados dejaron ayer al menos 17 personas muertas y multitudinarias protestas en diferentes países contra la guerra en la región.
Según el Ministerio de Sanidad controlado por el grupo militante palestino Hamas, un ataque aéreo golpeó cerca de la entrada del hospital infantil al-Nasr, en el centro de la ciudad de Gaza, ocasionando la muerte de dos personas y varios lesionados.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) también denunció que dos bombardeos de Tel Aviv alcanzaron el centro para desplazados que gestiona en el norte de la Franja de Gaza, y dejaron sin vida a 15 personas que se alojaban en tiendas de campaña en el patio de una escuela, además de varias mujeres que cocinaban pan en el interior del inmueble.
El hospital infantil al-Nasr se encuentra a kilómetro y medio de distancia de la clínica al-Shifa, donde el viernes se reportó un bombardeo cerca de su entrada, por el cual fallecieron al menos 15 personas. Las autoridades gazatíes afirmaron que el ataque iba dirigido contra un convoy de ambulancias que intentaba transportar heridos a la frontera con Egipto para su evacuación. Pero Israel señaló que el ataque iba dirigido contra militantes de Hamas que utilizaban una ambulancia de convoy, y que “varios” de ellos murieron.
Ante los ataques, manifestantes propalestinos protestaron en Londres, Berlín, París, Ankara, Estambul y Washington.
Chocan EU y aliados por tregua en Gaza
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió ayer con líderes de países árabes aliados en un esfuerzo por limitar la propagación de la guerra en la Franja de Gaza y mitigar la creciente indignación por las víctimas civiles palestinas.
La profundidad del malestar entre las naciones árabes quedó patente durante una conferencia de prensa celebrada en la capital de Jordania ayer por la noche.
El Ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, pidió un “alto al fuego inmediato” sin condiciones en el enclave palestino, mientras que el Ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, dijo sin rodeos a Blinken: “Detengan esta locura”.
El Secretario de Estado reiteró la postura de Estados Unidos, y afirmó que Israel tiene derecho a defenderse.
Si bien coincidió en que Tel Aviv debe tomar medidas para minimizar las víctimas civiles, Blinken consideró que “un alto al fuego ahora simplemente dejaría a Hamas en espera”.
El funcionario de Washington también reconoció los intentos de Egipto y Jordania para tratar de negociar “una paz real”, y agregó que, ahora, “cuando el panorama parece más oscuro, tenemos que intensificar nuestro trabajo para hacer frente a este momento”.
Blinken se encuentra de gira por Medio Oriente, a fin de encabezar los esfuerzos diplomáticos para permitir el ingreso de ayuda humanitaria a los civiles de Gaza atrapados tras casi un mes de guerra.
Washington propuso llevar a cabo una “pausa humanitaria” que permita llevar ayuda a la Franja de Gaza de forma segura. Sin embargo, la idea fue rechazada el viernes por el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien afirmó que no se hará ninguna tregua al menos hasta que se libere a todos los rehenes en poder de Hamas, el grupo de militantes que el 7 de octubre incursionó en Israel y asesinó a mil 400 personas.
La creciente indignación mundial por el bombardeo de Tel Aviv al enclave palestino impulsó al Gobierno de Turquía a llamar a consultas a su embajador en Israel, ante “la tragedia humanitaria que se desarrolla en Gaza causada por los continuos ataques israelíes contra civiles”.
La actual gira de Blinken da muestra del aprieto en el que se encuentra Estados Unidos, atrapado entre la furia internacional provocada por la muerte de civiles palestinos y su inquebrantable apoyo a la ofensiva militar de Israel.
A su vez, Tel Aviv defiende con firmeza sus bombardeos de supuestos objetivos civiles, bajo el argumento de que Hamas suele utilizar a los civiles como escudos humanos al ubicar sus centros de mando y otros activos militares bajo escuelas, hospitales y mezquitas.