Tal parece que la presión que están ejerciendo las autoridades estadounidenses para frenar el tráfico de fentanilo ha provocado la reacción de Los Chapitos, quienes buscan a toda costa ser perseguidos y capturados, como ocurrió con Ovidio Guzmán.
Y es que, a unos días de que aparecieran diversas mantas en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, donde los hijos del Chapo Guzmán prohíben la producción y venta de fentanilo en el estado, ahora impusieron la misma medida en otra entidad del norte del país.
Fue en el municipio de Caborca, Sonora, en donde la célula “Los Pelones”, un brazo armado de Los Chapitos colocó mensajes similares para anunciar sanciones contra quienes trafiquen con fentanilo.
“Nos unimos a la prohibición de trasiego, elaboración, venta y todo lo relacionado con el fentanilo y sus modalidades, desde este momento queda prohibido en Sonoyta y Caborca, y el que no acate la orden que se atenga a las consecuencias”, se podía leer en una de las lonas colocadas en Caborca.
Con esta acción, todo parece indicar que la supuesta orden de los hijos del Chapo de frenar las operaciones con la droga sintética se habría extendido a otros territorios bajo su control.
Cabe señalar que el estado de Sonora es un punto estratégico para los cárteles de la droga debido a su ubicación geográfica, ya que comparte frontera con Estados Unidos.
Por un lado, la célula de “Los Pelones”, bajo las órdenes de Los Chapitos, operan en las ciudades de Nogales, Altar, Caborca y Sonoyta; mientras que “Los Rusos”, que obedecen al “Mayo” Zambada, tienen presencia en San Luis Río Colorado, Agua Prieta y Nogales.
Estas organizaciones criminales se reparten la línea internacional fronteriza entre Sonora y Arizona, donde además del tráfico de droga operan los cruces ilegales de migrantes, así como el trasiego de armas y dinero desde Estados Unidos hacia México.