El gobierno de Estados Unidos ha ordenado reforzar de inmediato el muro fronterizo con México en una de las áreas donde más se han registrado cruces irregulares de migrantes, de acuerdo con un documento publicado este miércoles.
Las labores de construcción, que se llevarán a cabo en varias zonas del valle del río Bravo, incluirán la edificación tanto de barreras físicas como de vías para prevenir la entrada irregular de migrantes a territorio estadounidense, detalla el escrito, que se publicará oficialmente mañana en el registro federal.
Esta área fronteriza, al sureste de Texas, es la segunda zona donde se han registrado más detenciones de migrantes en los últimos meses, según datos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).
El propio documento señala que entre octubre de 2022 y agosto de este año las autoridades estadounidenses han detenido a más de 245 mil personas intentando cruzar la frontera con México en esta zona.
Para llevar a cabo las labores de construcción, que tendrán lugar en el condado de Starr, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) eximirá el cumplimiento de más de una veintena de leyes, incluyendo normativas referidas a protecciones ambientales, de salud pública y de conservación cultural.
Esta decisión fue criticada por la organización defensora del medio ambiente Center for Biological Diversity, la cual aseguró que se trata de la primera vez que el gobierno demócrata usa su autoridad para saltarse leyes de este tipo.
“Es desalentador ver al presidente (Joe) Biden rebajarse a este nivel, dejando a un lado las leyes ambientales fundamentales de nuestra nación para construir muros fronterizos ineficaces que acaban con la vida silvestre” dijo en un comunicado Laiken Jordahl, uno de los portavoces de la organización.
El anuncio por parte del gobierno de Biden llega días después de que se conociera que las detenciones de migrantes intentando cruzar irregularmente la frontera aumentaron un 36% en agosto, con más de 181 mil 059 arrestos.
En concreto, en el sector del valle del río Bravo se produjeron un 26% de esas detenciones, según datos de CBP analizados por la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA).
Este aumento se produce a pesar de la imposición de medidas más restrictivas al movimiento de personas en la frontera por parte del gobierno demócrata el pasado mayo, que limitan el acceso al asilo en territorio estadounidense.