El Premio Nobel de Química fue otorgado el miércoles a tres científicos por descubrimientos fundamentales en nanotecnología con aplicaciones en pantallas de televisión, lámparas LED e instrumentos que permiten a los médicos ver la vasculatura de un tumor.
Los tres investigadores premiados son Moungi G. Bawendi, del Instituto Tecnológico de Massachusetts; Louis E. Brus, de la Universidad de Columbia; y Alexei I. Ekimov, de Nanocrystals Technology en Nueva York.
El premio generó controversia porque, en un hecho muy inusual, los nombres de los ganadores se filtraron en los medios suecos cuatro horas antes de que se hicieran públicos.
El desarrollo de nanopartículas, una nueva clase de materiales en los que los cambios de tamaño también resultan en alteraciones en todas las propiedades de las partículas (ópticas, eléctricas e incluso el punto de fusión) se teorizó por primera vez en 1937.
“Durante mucho tiempo, nadie pensó que se pudiera producir una partícula tan pequeña”, expresó Johan Aqvist, presidente del Comité del Premio Nobel de Química.
Pero trabajando de forma independiente a principios de los años 1980, primero Ekimov y luego Brus tuvieron éxito. Y en 1993, Moungi revolucionó el proceso que le permitía fabricar partículas de un tamaño y una calidad específicos.
Moungi comentó que estaba durmiendo cuando el comité lo llamó para informarle del honor.
El Premio Nobel, que incluye alrededor de un millón de dólares, lo otorga la Real Academia Sueca de Ciencias.
El año pasado, el Nobel de Química fue para dos estadounidenses, Carolyn R. Bertozzi y K. Barry Sharpless, y para el científico danés Morten Meldal por su trabajo pionero en un campo conocido como química de clic, en el que los bloques de construcción moleculares se unen como piezas de Lego para crear moléculas complejas utilizadas en el descubrimiento de fármacos, la medicina y la industria.