Ciudad de México.- El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador afirmó el lunes que 10.000 migrantes llegan a diario a la frontera norte, dejando al descubierto la dimensión de la crisis migratoria que enfrenta México y que ha sobrepasado la capacidad de las autoridades.
Durante su conferencia matutina López Obrador dijo que por el estado sureño de Chiapas, fronterizo con Guatemala, los ingresos de migrantes aumentaron a 6.000 diarios mientras que la semana pasada llegaron a la frontera norte 10 mil migrantes por día.
Ante el creciente flujo de migrantes, el mandatario instó al gobierno de Joe Biden a buscar un acuerdo conjunto para diseñar un plan de cooperación para Centroamérica, el Caribe y otros países América Latina y atender así las causas de la migración, que aseguró que es consecuencia de las dificultades económicas y sociales que enfrentan esas naciones.
Al lamentar la muerte de 10 migrantes cubanas que fallecieron el domingo al chocar el camión en el que se trasladaban por una carretera de Chiapas, López Obrador reiteró las críticas a las sanciones económicas de Estados Unidos a Cuba y sostuvo que se debe “dejar la politiquería, pensar que los derechos humanos están por encima de las ideologías, que no se puede mantener sanciones, bloqueos y que se tiene que ayudar a los países con más pobreza”.
El gobernante admitió que los migrantes al transitar por México, en su ruta hacia Estados Unidos, pasan “muchos riesgos, violaciones a sus derechos humanos, bandas que secuestran”. En los últimos cuatro días 15 migrantes fallecieron y otros 47 resultaron heridos en diferentes accidentes de tránsito y tiroteos ocurridos en el sur y norte del país.
López Obrador convocó para este mes a 10 cancilleres de países del Caribe, Centroamérica y Sudamérica, de donde provienen la mayoría de los migrantes que han saturado en las últimas semanas las ciudades fronterizas mexicanas, para una reunión en la que se definirá un plan conjunto de ayuda que se presentará a las autoridades estadounidenses.
México se ha visto desbordado en las últimas semanas ante la masiva llegada de miles migrantes que están utilizando todos los medios de transporte, incluidos los trenes, para llegar a la frontera sur de Estados Unidos. El creciente flujo de migrantes que se está movilizando en los vagones de los trenes obligó a Ferromex, la mayor empresa ferroviaria del país, a paralizar varias decenas de sus ferrocarriles de carga.
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, reconoció el mes pasado que unos 140.000 migrantes aguardan en la ciudad fronteriza de Tapachula, en el estado de Chiapas, para obtener permisos de tránsito por el país o recibir papeles de solicitud de asilo y admitió que se requiere ayuda para procesarlos.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración en septiembre fueron detenidos unos 9.000 migrantes por día, un incremento significativo en comparación con el promedio diario de unos 6.125 en los primeros ocho meses del año. En lo que va de 2023 las autoridades mexicanas han detenido a 1,47 millones de migrantes y deportado a 788.089.
Estados Unidos también se ha visto desbordado. En los primeros 17 días de septiembre hubo 142.037 detenciones de migrantes en la frontera, 15% más que las del mismo período del mes anterior, según registros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza que difundieron autoridades mexicanas. Esas cifras incluyen hasta 1.450 personas admitidas diariamente con una aplicación móvil para citas de asilo, llamada CBP One, pero la gran mayoría son entradas ilegales.
El aumento del flujo migratorio tiene que ver con la crisis económica y la inestabilidad política y social que enfrentan algunos países de la región que obliga a sus habitantes a huir en busca de mejores oportunidades de vida.