Un estudio reveló que los niños con autismo tienen tres veces más de probabilidad de tener una madre que toma gaseosas dietéticas diariamente durante el embarazo o la lactancia con respecto a los menores que no padecen la afección. Este vínculo está relacionado al consumo de por lo menos un refresco ‘light’ o la cantidad del edulcorante aspartamo.
Los investigadores de UT Health San Antonio indicaron en la investigación que solo ocurrió en el sexo masculino pues en el caso de las niñas no encontraron una asociación estadísticamente significativa. Para determinar estos hallazgos los autores pidieron a los padres de 235 niños con un trastorno del espectro autista y 121 sin la discapacidad que completaran un cuestionario retrospectivo sobre el consumo de refrescos dietéticos y aspartamo.
Aunque las asociaciones no prueban causalidad, los hallazgos se suman a una serie de informes que vinculan el aspartamo con el aumento de la prematuridad y los impactos en la salud cardiometabólica entre bebés y niños. Por ello, los autores resaltaron la importancia de continuar explorando los vínculos con esfuerzos y muestras más grandes.
Así mismo, recomendaron a las madres tener precaución con el consumo de bebidas dietéticas durante el embarazo o la lactancia, o al consumir productos con una cantidad proporcional de aspartamo. Es válido recordar que en junio la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que el aspartamo era una “posible” causa de cáncer.
La OMS no prohibió el uso del mismo en los productos alimenticios, pero sí advirtió a los consumidores a practicar la moderación con los productos que lo contengan. Tras el anuncio de las autoridades sanitarias, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aclaró que el hecho de que la sustancia sea “posiblemente cancerígena” no significa que esté relacionada con el cáncer.
El Instituto Nacional del Cáncer indicó que los adultos que consumen grandes cantidades de aspartamo tienen más probabilidades de presentar cáncer en general (1,15 veces más riesgo). Citando al estudio de NutriNet-Santé señalaron que en el caso de esta misma afección en las mamas tienen un 1,22% más de riesgo y los relacionados con la obesidad un 1,15% más.
Recomendaciones
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan “repensar” al momento de comprar y consumir ciertas bebidas. Basta con mirar las etiquetas nutricionales para darse cuenta cuáles de ellas tienen la mayor cantidad de azúcares añadidos.
Las bebidas azucaradas son la principal fuente de azúcares añadidos como los refrescos, bebidas de frutas, deportivas, energéticas y aguas endulzadas. Los cafés saborizados también cuentan ya que el azúcar y la crema saborizada se suman al festival de la glucosa que ingerimos sin darnos cuenta.
La autoridad indica que a nivel nacional, el 63 % de los adultos de 18 años o más informaron que consumen bebidas azucaradas una vez al día o más. Una cifra importante si tomamos en cuenta que quienes lo hacen suelen tener más probabilidades de aumentar de peso, sufrir obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, caries y artritis tipo gota.
Para combatir este hábito las recomendaciones incluyen tomar más agua, ya sea del grifo, sin azúcar, embotellada o con gas. En caso de que necesites más sabor, agrega fruta como unas rodajas de limón o bayas. También puedes buscar bebidas que contengan nutrientes como la leche baja en grasa, jugo 100% de frutas o vegetales.
Otra sugerencia importante al consumir bebidas como el café es evitar los almíbares aromatizados o la nata montada. Puedes sustituir la leche regular con una alternativa baja en grasa o sin azúcar como la de soja o de almendras, o volver a lo básico con el café negro.