En un albergue de la Ciudad de México, la monja que estaba a cargo hizo otro difícil anuncio a las madres y niños que arribaron este miércoles: no hay más espacio. Quinientos migrantes se encontraban abarrotando unas instalaciones construidas para 100.
Cerca de la frontera sur de México con Guatemala, las personas frustradas irrumpieron en una oficina de ayuda a refugiados este lunes después de esperar semanas para obtener citas para recibir los documentos necesarios que les permitan viajar hasta el norte.
En Tijuana, casi todos los 32 albergues de la ciudad estaban a toda su capacidad en esta semana, mientras personas de casi 70 países esperaban una cita para obtener asilo en Estados Unidos o la oportunidad de cruzar furtivamente al otro lado de la frontera.
Escenas similares se observan en todo el país mientras el sistema de inmigración de México se encuentra presionado debido a la oleada de personas que desesperadamente están tratando de llegar al norte.
La implacable oleada ha dado lugar a una respuesta mezclada en México que va desde el cierre del ferrocarril que se dirige al norte a enviar personas en autobús a áreas con menos migrantes.
Los funcionarios estadounidenses también están enfrentando una nueva oleada de cruces fronterizos ilegales que está acabando con los recursos gubernamentales y dejando en problemas a los oficiales locales mientras miles de migrantes están siendo liberados de la custodia federal.
Este miércoles, miles de personas cruzaron a Eagle Pass, Texas, provocando que el alcalde declarara estado de emergencia y el despliegue de 800 soldados activos para ayudar en el proceso de las llegadas.
En México, las personas que vienen de Sudamérica están superando el número de los de Centroamérica por primera vez desde que se le da seguimiento a la información.
Oficiales mexicanos registraron 140 mil 671 migrantes de países sudamericanos en los primeros siete meses del año, comparado con los 102 mil 106 de Centroamérica, números récord están viniendo de Venezuela y Ecuador.
Ese cambio en los patrones de migración es particularmente visible en el Estrecho Darién, una parte estrecha de la jungla que conecta a Colombia y Panamá.
Venezolanos y ecuatorianos son las nacionalidades más prominentes que están pasando por allí, en donde el enorme cruce de migrantes se ha convertido en un negocio multimillonario en dólares.
Varios factores están impulsando el éxodo. En Venezuela, la economía está en problemas nuevamente, después de señales anteriores de una mejoría desnivelada.
En Ecuador, la violencia relacionada con el narcotráfico ha aumentado, el reciente asesinato de un candidato presidencial ha dejado a muchos sin ninguna esperanza de que la situación vaya a mejorar.