La administración Biden se comprometió “a dar por terminado el movimiento ilícito” de personas por la jungla del Darién.
Aunque el número de migrantes que están pasando por el bosque nunca había sido más grande — y las ganancias son demasiado grandes como para dejarlas ir.
En cada paso por la jungla se puede ganar dinero.
El traslado en bote para llegar al bosque pluvial cuesta 40 dólares. Un guía por la traicionera ruta una vez que empiezan a caminar es de 170 dólares. Una persona que cargue las maletas por las lodosas montañas cuesta 100 dólares. Un plato de pollo con arroz después de una ardua escalada cuesta 10 dólares.
Paquetes especiales todo incluido para realizar la peligrosa travesía más rápido y más soportable, con tiendas de campaña, botas y otras necesidades valen 500 dólares o más.
Cientos de miles de migrantes se están moviendo por esa jungla conocida como el Estrecho Darién, la única ruta terrestre hacia Estados Unidos desde Sudamérica, en una oleada récord que la administración Biden y el gobierno colombiano se comprometieron a detener.
Sin embargo, el dinero caído del cielo en este lugar del continente es simplemente demasiado cuantioso como para dejarlo ir, y los empresarios que están detrás de la fiebre del oro de los migrantes no son contrabandistas que se estén ocultado de las autoridades.
Son políticos, empresarios prominentes y mandatarios electos, que ahora están enviando miles de migrantes hacia Estados Unidos a plena luz del día — y cobrando millones de dólares al mes por ese privilegio.
“Tenemos organizado todo: los encargados de los botes, los guías y los cargadores de maletas”, comentó Darwin García, un miembro del consejo comunitario que fue electo y ex consejero de la ciudad en Acandí, un municipio colombiano que está a la entrada de la jungla.
La oleada de migrantes que están dispuestos a arriesgarlo todo para llegar a Estados Unidos “es lo mejor que nos pudo haber pasado en una población pobre como ésta”, dijo.
Ahora, el hermano menor de García, Luis Fernando Martínez, jefe de una asociación local de turismo es el candidato para alcalde de Acandi, y es el favorito — está defendiendo el negocio de la migración como la única industria redituable en un lugar “que nunca había tenido antes una economía definida”.
Actualmente, las ganancias son más grandes que nunca, ya que los líderes locales han recaudado decenas de millones de dólares tan sólo en este año de los migrantes en una operación enorme de movilización de personas — una que los expertos internacionales aseguran que es más sofisticada que cualquier cosa que se haya visto.