Los médicos mexicanos Christopher Wissar Acosta y Laura Castro Castrezana son dos de los 30 médicos que durante tres años estarán trabajando en California en clínicas de salud comunitaria en el medio urbano y rural.
El arribo de estos doctores mexicanos es posible gracias al programa piloto de médicos de México establecido por la ley AB 1045 de 2002, del fallecido asambleísta Marco Antonio Firebaugh que busca compensar la escasez de médicos en Estados Unidos y particularmente en California.
La AB 1045 permite que hasta 30 médicos especialistas en medicina familiar o medicina interna con licencia médica de México practiquen en centros comunitarios de salud de California (CHC) durante tres años.
En el sur de California, AltaMed es la única red de salud en una zona urbana que participa en este programa.
En el sur de California, AltaMed es la única red de salud en una zona urbana que participa en este programa.
Emocionado y feliz
El doctor Christopher Wissar Acosta, especializado en medicina familiar, de Chihuahua, México con más de 10 años de experiencia, se encuentra emocionado y feliz por participar en el programa piloto que le ha permitido trabajar desde enero para AltaMed Medical y Dental Group en West Covina, una ciudad en el condado de Los Ángeles.
“A mí me platicaron de este proyecto para ayudar a la gente en California que no domina el inglés, y me pareció una gran idea. La Junta Médica de California buscabanmédicos profesionales en México”, dice el doctor Wissar a La Opinión.
Y platica que su interés por venir a California, tiene que ver con una deuda pendiente con Estados Unidos.
“Yo fui a estudiar medicina a una escuela muy cara de Guadalajara. Mi papá tuvo que emigrar a este país para pagar mis estudios universitarios. Colgó su título de licenciado en psicología para trabajar en Estados Unidos en la madera y en lo que podía”.
Cuando se graduó de la universidad y se hizo médico, su padre regresó a México, estudió una maestría en psicoterapia Gestalt y ahora trabaja como terapista en Chihuahua, México.
Dice que su papá y su mamá le están regresando un profesional a Estados Unidos para que pueda servirles.
“Mi papá Ruben Horacio Wissar está muy orgulloso. Siempre quiso ser médico. Me dio el ejemplo y los medios; y mi madre Maria de Lourdes Acosta Correa hizo todo el trabajo. Estuvo dedicada al 100% a potencializar nuestros talentos”.
Antes de venir a Los Ángeles, el doctor Wissar estaba dedicado a su consultoría en la Clínica del Centro de Chihuahua, México.
Dice que pudo ingresar al país para trabajar con una visa 0-1 que se otorga a las personas con habilidades extraordinarias en ciencias, artes, educación, negocios y atletismo.
“Pienso que me ayudó para que me aceptaran, mi resume (curriculum vitae), y ser autor de artículos en publicaciones internacionales. Ya llevó tres libros publicados. Uno de ellos es best seller. El tercero se llama “El desarrollo de una mente crítica inicia con un por qué”.
A seis meses de ejercer como médico familiar en AltaMed de West Covina, dice que la experiencia ha sido muy satisfactoria en lo profesional y personal.
“Es una meta hecha realidad. Me siento agradecido de participar en una empresa con alto valor social que desde sus cimientos se compromete con reducir las disparidades de salud, crear y mantener una cultura organizacional, muy orientada a la calidad médica”.
Seria escasez
Según la Asociación Americana de Escuelas de Medicina, en Estados Unidos habrá una escasez de médicos de atención primaria de entre 21,000 y 55,000 para el año 2033.
Los latinos constituyen casi el 40% de la población de California, pero solo el 5% de los médicos en el estado son latinos, de acuerdo a la California Health Care Foundation.
La Asociación Americana de Escuelas de Medicina encontró que alrededor del 5% de los graduados de las escuelas de medicina se identificaron como latinos en el 2019.
Un gran reto
La doctora Laura Castro Castrezana, médico internista de la ciudad de México con más de 10 años de experiencia médica, es la segunda médico mexicana que se une a Altamed como parte del programa piloto de médicos con licencia de México. Actualmente trabaja para la clínica Huntington Park-Slauson.
“Comencé a trabajar a partir del 13 de febrero”, dice la doctora Castro Castrezana, egresada de la carrera de medicina del Instituto Politécnico Nacional con una maestría en Ciencias Médicas por la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Tengo 13 años de experiencia como médico”, dice.
Cuenta que fue tras su participación en 2015 en la mesa directiva del Colegio de Medicina Interna, llegó la propuesta por parte de la UNAM y de la gente del programa de California, para que participaran en la elección de médicos.
“El entonces presidente me mostró el proyecto y me metió la idea. Fui seleccionada a mediados de 2016, pero hubo muchas complicaciones, en cuanto a la certificación y el visado”.
Total que se tardó como siete años todo el proceso, y la doctora continuó con sus proyectos en México de manera normal. Luego se atravesó la pandemia de covid-19.
“Finalmente cuando se concretó todo en 2022 se presentó la opción y aunque venir a Estados Unidos, significaba salir de mi zona de confort, tomé la oportunidad porque de no hacerlo me hubiera arrepentido. Hubiera sido muy lamentable”.
Seis meses más tarde, dice que venir a trabajar como médico a Estados Unidos ha significado un gran reto de 360 grados.
“Vale mucho la pena. Ha sido bastante satisfactoria la experiencia. Los Ángeles, con una comunidad hispana muy importante, lo hace fácil y sencillo”.
A través de su práctica, se ha podido dar cuenta de que el paciente con poco dominio del inglés, se siente cómodo de hablar con un médico que no solo habla español de las cuestiones médicas sino que los entiende perfectamente.
Médicos para LA y Orange
Sandra Sánchez, coordinadora del programa AltaMed Health Services precisa que han traído cinco médicos mexicanos a partir de este año.
“El quinto médico empezó este mes , y estamos esperando dos más, para hacer un total de siete”.
Explica que aunque la ley que permite traer a los médicos mexicanos fue aprobada en 2002, por diferentes circunstancias, no se puso en marcha de inmediato.
“Este año es la primera vez que está funcionando. AltaMed es el único centro comunitario a nivel urbano que ha traído médicos de México bajo este programa con una licencia para ejercer tres años en California”.
Dice que ante la falta de médicos que hablen español, están trabajando para demostrar el éxito de este programa piloto y para que la ley se extienda.
“La mayoría de nuestra población de pacientes son mexicanos y latinos. Hay una gran necesidad de tener doctores que hablen español. No hay muchos médicos latinos que hablen nuestro idioma; y tenemos escasez de estos doctores en clínicas primarias. A los pacientes les gusta sentir esa compatibilidad con su médico”.
Comenta que los siete doctores mexicanos que han traído a trabajar a las clínicas de AltaMed son muy prestigiosos y de los mejores en medicina familiar e internistas que han podido encontrar en México.
“Hablan el idioma del paciente latino y entienden su cultura. El paciente se identifica y se puede relacionar con ellos”.
AltaMed trajo tres doctores mexicanos a sus clínicas en el condado de Orange y cuatro a las del condado de Los Ángeles.
“Nuestros doctores están muy emocionados de estar aquí. Es un nuevo reto para ellos acostumbrarse a otro sistema de salud, pero están aprendiendo mucho y hemos recibido muy buenos comentarios de los pacientes sobre su desempeño”.
Los otros centros comunitarios que han recibido médicos mexicanos en California son: Altura Centers for Health, Clínica de Salud del Valle de Salinas y San Benito Health Foundation.;