Antes de ser ajusticiado, el oficial Marco Antonio López Félix reveló crímenes de alto impacto en Ciudad Obregón en contra de sus propios comandantes
CIUDAD OBREGÓN, Son.- Marco Antonio López Félix, alias El Llantero, oficial de la Policía Municipal de Cajeme confesó en un video que fue parte del comando que asesinó a Abel Murrieta Gutiérrez, exprocurador General de Justicia del Estado en Sonora.
“Soy Policía Municipal y trabajo para el Cártel de la Plaza… el Jefe es José Gil pariente del Cadete, que es el que quedó a cargo cuando cayó…”, dijo El Llantero cuyo rostro aparece en un video con los ojos vendados.
El Oficial fue encontrado muerto el pasado viernes junto con dos de sus hermanos, también policías municipales de Cajeme, luego de permanecer secuestrados durante una semana por un comando armado.
Los cadáveres fueron encontrados al mediodía a la orilla de un predio baldío de las calles Rubí entre Cuarzo y Coral, de la colonia Valle Verde de Ciudad Obregón, informó la Fiscalía General de Justicia del Estado.
En las instalaciones del Semefo, familiares de las víctimas los identificaron plenamente como José de Jesús, Carlos Armando y Marco Antonio López Félix, todos ellos en su momento pertenecientes a la Policía Municipal de Cajeme, a quienes además unía un vínculo familiar al ser todos ellos hermanos consanguíneos.
El secuestro y asesinato de los tres oficiales mantuvo indignada a la sociedad y a las familias que protestaban en Cajeme, para encontrar vivos a sus esposos, padres, hijos, amigos.
El hallazgo de los cuerpos dejó helados a todos.
Sin embargo, un día después comenzó a circular un video, titulado de forma irónica: “Ahí están sus angelitos”.
Antes de ser asesinados, los oficiales de la Policía fueron interrogados por sus propios captores… o al menos a uno de ellos, apodado El Llantero, llamado Marco Antonio.
El Llantero aparece en el video, con aspecto tenso, ojos vendados con una tela negra, camiseta tipo polo, roja, de la marca Adidas. No se le ven daños físicos visibles, aunque sí se nota una respiración con señal de estrés. Al parecer se encuentra atado de las manos, ya que no las muestra al hablar.
Detrás del oficial de policía hay una pared de ladrillo, sin enjarrar.
El video fue tomado de noche, ya que se ve que hay lámparas encendidas para iluminar el rostro del Llantero, y revolotean palomillas nocturnas.
En medio de la confesión, El Llantero narra algunas cosas relacionadas con el narcotráfico, donde dice que pertenece al cartel de la Plaza, de Cajeme, cuyo jefe es José Gil, pariente del Cadete.. Además da otros nombres relacionados con el narco, que omitiremos por seguridad.
REVELA EL ASESINATO DE ABEL MURRIETA
Sin embargo, en la entrevista forzada, donde se queja de dolor, El Llantero narra algunos asesinatos de alto impacto cometidos contra algunas personas conocidas de Cajeme.
Con los ojos vendados narra el modus operandi de los policías y narcos para detectar y detener a sospechosos.
“Mencióname todas las ejecuciones en las que han participado”, le dice el interrogador.
“Hemos participado en las ejecuciones, por órdenes del Nando, del candidato Abel Murrieta…”.
Abel Murrieta fue Procurador de Justicia del Estado, Director de Seguridad Pública de Cajeme, abogado penalista muy estimado en todo Sonora. Cuando murió era candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Cajeme, en alianza con su gran amigo Ricardo Bours Castelo.
Y continúa El Llantero:
“También (participamos) en la ejecución del Comandante Jesús Navarro… El Carlos mi hermano, y el sicópata lo siguieron de la comandancia hasta el Isssteson, ahí se le empareja una Tacoma abren fuego en contra del Comandante y un Áltima blanco…”.
“¿En qué otras ejecuciones han participado?”
“Al Comandante Moroyoqui lo mataron por no aceptar sobornos…
Al comandante Valdez Picos lo mataron por que traía un programa de combatir a varias tiendas (De drogas) y eso no le conveía al Nando,… Ana Gloria, de Hermosillo, le entrega las ubicaciones de las tiendas… para que supiera el programa que traía El Picos y esto le molestó al Nando…”
LOS CRÍMENES
Aunque estas confesiones fueron realizadas por métodos ilegales, arrojan luz sobre los crímenes, sobre todo, honra a los oficiales y comandantes mencionados…
Sobre Abel Murrieta, también muestra luz sobre el caso.
Debemos recordar que Abel Murrieta era una persona muy estimada y que fue ejecutada en pleno proceso electoral, un 13 de mayo del 2021.
El también exprocurador de la entidad fue abatido en el cruce de las calles Guerrero y California, donde recibió 10 impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, incluyendo dos en la cabeza y posteriormente falleció en el hospital San José.
En su última publicación en Facebook, el aspirante asesinado se mostraba entusiasmado con su candidatura y combate a la delincuencia.
“Este movimiento #VaEnSerio contra la inseguridad. Cajeme ya no puede ni va a seguir tolerando políticos corruptos que dejan impunes a quienes arremeten contra los ciudadanos”, escribió antes de morir.
A la fecha el único detenido por la muerte de Abel Murrieta es Omar Alejandro Sayula Torres, alias El Mou, quien se encuentra preso.
LOS COMANDANTES
El 28 de septiembre del 2020 en el exterior de la comandancia de Policía Municipal de Cajeme, fue acribillado el comandante Andrés Alonso Moroyoqui Estrella, quien tenía unos días en el cargo, luego de que fue reubicado de Pueblo Yaqui.
Ahora sabemos que murió como un honrado comandante, asesinado por deshonestos policías, sus propios compañeros… Mismos que tienen en la total inseguridad desde hace casi una década a la segunda ciudad más importante de Sonora.
El Llantero, también menciona entre sus víctimas al Comandante Jesús Navarro Velarde, quien era apreciado en la comunidad.
Aquél 31 de marzo del 2021 alrededor de las 13:10 horas, de ese viernes, sobre las calles Mayo y Sinaloa, en la colonia “Urbanizable Número 4”, ubicada al norte de la ciudad, el comandante Jesús Navarro Velarde y su escolta, identificado como el oficial Jorge Alberto Galindo Ayón, estaban a bordo de la unidad 289, cuando fueron atacados a balazos desde otro vehículo que se les emparejó en la calle.
Ahora sabemos que lo mató otro policía: “Carlos mi hermano”, dice el propio Llantero; ayudado por “el sicópata”… Hasta el apodo da miedo.
DOS AÑOS DESPUÉS
Y el mismo 13 mayo, como Abel Murrieta, pero del 2023 fue asesinado otro Comandante de la Policía Municipal de Cajeme. Esta vez le tocaría el turno a Víctor Hugo Valdez Picos.
Al parecer “lo puso” una mujer desde Hermosillo, probablemente desde dentro de alguna corporación estatal. “Ana Gloria, de Hermosillo”, relata el desleal oficial Marco Antonio López.
Esta mujer informó del plan del comandante Picos para combatir a ciertas “tienditas” de droga, que hay por todo Cajeme… “Y el Nando se molestó”… Esa fue la sentencia contra Valdez Picos.
Apenas tenía tres días en el cargo cuando fue asesinado: “Alrededor de las 8.00 horas fue interceptado por hombres armados a bordo de un vehículo en la colonia Aves del Castillo”, dice la nota trágica.
LA CORPORACIÓN
En tres minutos y 28 segundos, el oficial Marco Antonio López Félix, alias El Llantero, ofrece una radiografía del terror que pasan los cajemenses y el porqué la violencia no disminuye: La complicidad de la corporación municipal y los narcotraficantes.
Es evidente que la Policía Municipal de Cajeme está inflitrada hasta el tuétano por el narco, y los mismos policías son sicarios, narcos, tiradores, recaderos del narco.
La Comisaría de Seguridad Pública Municipal de Cajeme necesita una “purga” completa para hacerla de nuevo eficiente, y sea una corporación al servicio de la sociedad y del Gobierno, no al servicio de los delincuentes.
Al mencionar a “Ana Gloria, de Hermosillo”, el Llantero, pone en evidencia que los narcos tienen también infiltrada a alguna o algunas corporaciones estatales.
POLICÍAS ASESINOS
La muerte de Abel Murrieta, que igual era un exprocurador de Justicia del Estado; el asesinato de otros policías y comandantes por sus propios compañeros obliga a una seria reflexión.
Si los policías están al servicio de los cárteles, ¿Qué puede esperar la sociedad? ¿Cómo puede Cajeme recuperar la paz perdida?
Es indudable que se necesita una operación a gran escala, una cirugía mayor en los cuerpos policiacos, y atacar con fuerza e inteligencia a las bandas de narcotraficantes que actúan impunemente.
El narcotráfico no se va a terminar, pero no tiene por qué ser tan violento como ocurre en Cajeme.
Esta nota periodística tiene un último párrafo de oro para la reflexión: “La institución señaló que desde el inicio de las investigaciones la hipótesis de trabajo es una agresión directa en contra de ellos por parte de uno de los grupos delincuenciales que opera en la región y que está identificado…”
Sin embargo la Fiscalía General de Justicia del Estado no dijo, quizá porque no sabía, que esos tres policías municipales, esos tres angelitos, eran parte de otro grupo delictivo… como ha resultado evidente…