Aun cuando los gobiernos de México y de Estados Unidos han destacado la necesidad de detener el tráfico de armas del norte al sur de la frontera, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza norteamericana (CBP, por sus siglas en inglés) informó concentrar su operación en las revisiones de quienes ingresan a ese país, y sólo de manera “intermitente” inspeccionar a quienes salen.
“La mayor parte del trabajo que realiza la Oficina de Operaciones de Campo de CBP es inspeccionar a todas las personas y mercancías que ingresan a los Estados Unidos. CBP también realiza inspecciones de salida de manera intermitente utilizando operaciones de ‘pulso y oleada’ para detectar infracciones que incluyen el contrabando de armas y municiones y otras infracciones”, indicó una respuesta entregada a este medio por el vocero de CBP en el sector de El Paso, Roger Maier.
“Los datos de cumplimiento de CBP reflejan el medio ambiente y lo que transportan los grupos de contrabando que operan en la región”, agregó.
La agencia norteamericana fue consultada ante datos oficiales que indican que, hasta el pasado 17 de junio, en la vecina ciudad texana se habían decomisado 14 armas en dirección a México durante el presente año fiscal, cantidad que la coloca como la segunda en la frontera sur con menos aseguramientos de ese tipo y en ese sentido sólo después de San Diego, California, donde la cifra fue de un caso hasta la citada fecha; las cantidades aumentaron en la presente semana a 25 y dos, respectivamente.
Ambas localidades norteamericanas, asimismo, colindan con las ciudades mexicanas con la mayor cantidad de homicidios dolosos de la república, que son Tijuana y Juárez.
“La misión de CBP es proteger a la nación a través de los entornos aéreo, terrestre y marítimo contra la entrada ilegal, la actividad ilícita u otras amenazas para defender la soberanía nacional y promover la a un auto en la frontera seguridad nacional y económica”, agregó la respuesta de Maier.
En septiembre de 2022, de gira por Ciudad Juárez, el entonces canciller Marcelo Ebrard indicó que el Gobierno federal quiere “que nos ayude el Gobierno de Estados Unidos también para reducir ese tráfico (de armas) que viene hacia México”, mientras que, el pasado miércoles 14, la administración de Joe Biden señaló estar comprometida a abordar este flujo.
“El suministro de armas de fuego de los traficantes de drogas les permite hacer crecer sus empresas y mover drogas mortales, incluido el fentanilo ilícito, a los Estados Unidos”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
