Después de acampar por días sobre el bordo del río Grande y haber sido procesados por la Patrulla Fronteriza, grupos de migrantes han sido expulsados durante los últimos días entre las 9:00 de la noche y las 2:00 de la mañana a Ciudad Juárez, en donde son abandonados por el Instituto Nacional de Migración (INM), reclamaron.
Aunque el Gobierno de México aceptó recibir en el país a los venezolanos, la noche del miércoles unos 50 migrantes de dicha nacionalidad fueron devueltos a México a través del cruce Santa Teresa-Jerónimo, y aunque fueron entregados a los agentes del INM, éstos los abandonaron en las calles de Anapra.
Después de subirlos a tres unidades con la promesa de llevarlos a un albergue, los dejaron a espaldas del supermercado S-Mart Anapra aproximadamente a las 10:00 de la noche, por lo que en medio de la obscuridad y en una zona considerada por las autoridades como peligrosa, los extranjeros tuvieron que caminar y buscar cómo llegar a la zona Centro.
Durante la madrugada del mismo miércoles, aproximadamente a la 1:30 de la mañana, otro grupo de migrantes fue expulsado por el mismo cruce, pero no fue recibido por el INM, por lo que unidades municipales tuvieron que trasladarlos al albergue municipal ‘Kiki’ Romero.
De acuerdo con su coordinador, Santiago González, el martes le fueron llevados 60 migrantes que habían sido expulsados de Estados Unidos bajo el Título 42, pero el miércoles no le fueron canalizadas más personas en dichas condiciones.
Ayer, los venezolanos Carlos Villafranco y Carlos Reyes narraron que ellos esperaron días sobre el bordo del río Grande, a la altura de la puerta ubicada en el marcador fronterizo número 42, y después de ser recibidos por los agentes de la Patrulla Fronteriza estuvieron detenidos cinco días en El Paso.
Finalmente, cuando les dijeron que serían llevados a un albergue, fueron expulsados de madrugada a Ciudad Juárez, por lo que ayer decidieron regresar a la puerta 42, pero esta vez a vender aguas y arepas a quienes buscaban entregarse con los agentes federales.
“Nos regresaron con engaños, nos dijeron que nos llevaban a un albergue y luego nos mandaron a las 2:00 de la mañana por el puente Zaragoza”, relataron mientras cientos de personas esperaban bajo el sol a ser procesadas antes del fin del Título 42.
Los venezolanos dijeron que “todo es una mentira”, al sentirse engañados por las autoridades de Estados Unidos, quienes les tiraron todas sus pertenencias al recibirnos junto al muro fronterizo.
“Esa noche soltaron más de 300 personas por acá, por el puente Zaragoza”, dijo Villafranco.
“Aquí están las marcas. Le colocan unos grilletes a uno, como si fuéramos unos asesinos. Es un abuso, porque no debieran de tratarnos así, somos migrantes, queremos trabajar, queremos ayudar a nuestras familias que están en Venezuela”, reclamó Reyes al mostrar sus muñecas.
