CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de la muerte de 40 indocumentados en un centro migratorio de Ciudad Juárez, ocurrido el pasado 27 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador y el sacerdote Alejandro Solalinde han difundido que trabajan en una Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería (CNAME), instancia gubernamental que sustituirá al Instituto Nacional de Migración.
Ante este anuncio, el director del Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el sacerdote Mario Ángel Flores Ramos, aclaró enfático a la revista Proceso: “El padre Solalinde se metió en un terreno muy pantanoso, pues en términos de disciplina eclesiástica no puede ser funcionario de gobierno y al mismo tiempo ejercer el ministerio sacerdotal. ¡No puede! Se lo impide el derecho canónico”.
Y aunque en redes sociales se especula sobre si el padre Solalinde sería excomulgado, Flores Ramos explicó que “la sanción por esa rebeldía es la dimisión de su condición de clérigo, la reducción al estado de laico.
–¿Eso significa que ya no se le permitiría oficiar misas ni dar los sacramentos?
–Exactamente, ya no se le consideraría un sacerdote. Aquí la dimisión consiste en quitarle oficialmente su condición de clérigo. Y ese pronunciamiento explícito le corresponde hacerlo a su superior jerárquico, el obispo de Tehuantepec, por ser la diócesis a la que pertenece Solalinde.
Por su lado, el vicario general de esa diócesis, Lucio Santiago Santiago, indica que, debido al apoyo de Solalinde a López Obrador desde que éste era candidato a la Presidencia en 2018, el obispo Ojeda Márquez ya le había advertido al sacerdote que no debía incursionar en política.
–¿Y ahora la diócesis le aplicará la sanción que corresponde?
–Sí, nos ajustaremos a la parte legal. Pero primero necesitamos comprobar si al padre Solalinde ya se le puede considerar formalmente funcionario de gobierno, pues todo lo que sabemos hasta el momento es por declaraciones en los medios.
Alejandro Solalinde y AMLO
De acuerdo con lo difundido por el gobierno federal y el propio sacerdote Solalinde el cargo que tendría el presbítero sería de coordinador honorario, por lo que no sería directamente funcionario gubernamental al no recibir un sueldo.
Sin embargo, el sacerdote ha dicho que entre sus funciones estará el dialogar con el gobierno estadunidense para que éste deje de imponerle a México medidas represivas contra los migrantes. También hará desaparecer los centros de detención para migrantes tan “generalizados en todo el país”.
Pero Mario Ángel Flores argumenta que el hecho de no cobrar salario –según la versión de Solalinde– no le quitaría su condición de funcionario gubernamental, pues lo importante sería la “función” que desempeñara en el gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
Recalca: “Al margen de si recibe un sueldo o no, Solalinde estará encabezando un organismo gubernamental, será el coordinador de esa dependencia y, por lo tanto, el orquestador de un proyecto de gobierno. Eso va mucho más allá de lo que corresponde a un ministro de culto”.