Por Sergio García
El verdadero azote de los mexicanos es la alimentación desbalanceada, llena de calorías que causan obesidad y diabetes en el 37% de los niños y el 40% de los adolescentes.
Por eso es una gran iniciativa estatal el hecho de que Alfonso Durazo Montaño haya replicado en Sonora la Estrategia Nacional de Vida Saludable “Vive Saludable, Vive Feliz”, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, con el propósito de transformar las escuelas en espacios saludables para el desarrollo integral de niñas, niños y jóvenes.
El arranque se llevó a cabo en la Escuela Primaria Heriberto Aja, donde el mandatario estatal, acompañado de estudiantes, docentes y padres de familia, presentó el programa y destacó que esta estrategia nacional llegará a todas las escuelas públicas del país.
Enfermeras y enfermeros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) revisarán, con el consentimiento de los padres y madres de familia, la salud de las niñas y niños, particularmente la visual y bucal, la cual no había sido reconocida como un aspecto fundamental. Además, promoverán la alimentación saludable.
Es parte de una campaña nacional que pretende frenar la obesidad y el diabetes en la población mexicana.
En esta jornada nacional se revisarán 12 millones de escolares a los que se pesará, medirá y explorará en busca de posibles problemas bucales y de visión en más de 90 mil escuelas. Se trata de un programa que pretende atajar los altos índices de obesidad que afectan a la infancia y prevenir la diabetes, dos de las grandes bestias negras de la salud en este país. 738 brigadas integradas por 11 especialistas se encargarán de recabar datos de altura y peso, se les dará una clase de cepillado dental, se les aplicará flúor y dispondrán de gafas gratis si se detectan problemas en la vista
Todo ello vendrá acompañado de lecciones sobre hábitos y alimentación saludables. Los resultados se enviarán a las familias con una cita en el sistema sanitario para los casos de obesidad.
No hay país en el mundo con tanta obesidad infantil, según la Organización Mundial de la Salud: un 37% de los niños de primaria y un 40% de los adolescentes tiene sobrepeso u obesidad, según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, de 2023.
Esto lo vemos todos los días en las calles de cualquier ciudad de Sonora. Basta mirar a la gente caminar por las calles y la obesidad es evidente.
El problema se agranda a medida que aumenta la edad, razón por la que el gobierno quiere poner freno empezando por las escuelas, donde se venden toda clase de chucherías y refrescos azucarados.
La otra estrategia de esta guerra es la prohibición de papitas, fritos, y demás productos nocivos en los recintos educativos, lo que entrará en vigor el 29 de marzo. Ya lo intentó el anterior gobierno y se hizo ley, pero las normativas subsiguientes se han hecho esperar.
Será muy importante erradicar ese maridaje entre profesores, directivos y los dueños de las tienditas dentro de las escuelas, ya que a cambio de mochadas se permite vender todo tipo de mugreros para que coman los niños.
Lo más sano que encuentras en una tiendita escolar es el pizzapan, que no es otra cosa que más engordadera para niños y adultos. La ausencia de frutas y verduras es evidente. Pero igual está ausente la educación saludable y los hábitos en ese sentido.
Será solo un primer paso, porque los puestos de chucherías embolsadas o a granel, así como de refrescos azucarados, están a disposición del consumidor a cada paso en cualquier calle, por lo que la educación nutricional será crucial para aminorar ese consumo y así reducir el diabetes y la obesidad en todas las edades.
