Alexa Grasso subió al octágono de la Arena T-Mobile de Las Vegas llena de ilusión y acompañada de música ranchera, específicamente de “El Son de la Negra”, para encarar la pelea más importante de su carrera en las artes marciales mixtas. Un rato después, la gladiadora mexicana descendió de la jaula con el cinturón de campeona mundial de peso mosca del UFC.
En una gran sorpresa reciente en los deportes de combate, Alexa Grasso se convirtió en la primera peleadora nacida en México en ser campeona del UFC al derrotar en el cuarto round a la monarca defensora Valentina Shevchenko, una legendaria gladiadora de Kirguistán que acostumbra celebrar sus triunfos con baile y giros llenos de gracia.
Esta vez no hubo baile de la victoria. Lo que hubo fue una mexicana de 29 años alcanzando la cúspide luego de más de una década de carrera profesional en las llamadas MMA a pesar de que en las apuestas aparecía con momios de 6 a 1, es decir, le daban pocas posibilidades de victoria.