Por Sergio García
Mal empieza la semana para quien ahorcan en lunes, dice el refrán… y esta semana se desató una seria discusión en las oficinas de los regidores de Nogales, Sonora, donde, de nuevo, surgió un lenguaje florido y los insultos contra la regidora Doris Ruelas.
Presentes en la sala de Cabildo, que no había reunión, estaban varios regidores… Y todo comenzó porque los regidores “étnicos” que tiene Nogales andan agarrados del chongo. Se trata de Martín Elías Ortega López, quien se dice Ópata, y asegura ser cronista de pueblos indios desde el Río Bravo hasta la Patagonia.
Y el otro regidor étnico, impuesto por la ignorancia y huevonera, literal, del Instituto Estatal Electoral, quien dijo que en Nogales hay más de 200 apaches y tenemos una tribu originaria, que nunca nadie ha visto; y, por causa de esa huevonera institucional tenemos a la Tribu Lipán Apache de Texas como originaria de Nogales, en la persona del Gran Jefe Joel Enrique Cabral Cruz, quien llegó deportado de Estados Unidos, y como no tenía nada qué hacer, pues le entró a la apachería… y ya hasta empresario y político ha salido.
Pues bien, amigo lector, lectora… Debo decirles que, en el Palacio Municipal, el regidor Martín y Joel se dieron un tiro serio… Porque se han peleado la representatividad ante los pueblos indios, a los cuales nadie los toma en cuenta, ni los quieren ver pintos en ninguna ceremonia tribal. Ni mayos, ni tzotziles, ni náhuatl, ni zapotecos, ni huastecos, ni yaquis, ni triquis… Nadie quiere saber del Ayuntamiento y de sus regidores.
Además, los dos regidores, Cabral y Ortega, se discuten el cariño del alcalde Juan Gim Nogales, el cual es muy dado a las buenas relaciones con los grupos étnicos; sin embargo, ha escogido mal, y muy mal, a sus ediles para tener relaciones con las etnias residentes en Nogales.
Pues bien, en ese pleito por el aprecio del Alcalde surgieron discusiones entre los dos ediles, quienes llevaron sus pleitos a las reuniones internas de regidores, donde algunos prefirieron callar, y otros opinar.
Jesús Báez y su minibancada familiar independiente, se mantiene callado, dicen que muy maiceado; mientras que otros regidores dieron sus opiniones valientes, como Leticia Amparano, quien es buena oradora y buena para el debate. Leticia Calderón también salió al paso…
Dora Alicia Ruelas Armenta, la polémica regidora que se surtió al Alcalde en campaña, esta vez optó por tomar partido a favor del regidor Joel Cabral, o al menos así lo interpretó Martín Ortega; sintiéndose ofendido por la postura.
Martín se sintió con la autoridad de poner de vuelta y media a la regidora, y hasta ofendiéndola gravemente, y con ella a todo el gremio femenino. Las ofensas aquí no pueden ser escritas, pero si el marido se entera lomo le va a hacer falta al Ópata mentado.
Las regidoras de Cabildo, como las dos Leticias, Calderón y Amparano, además de Doris, y las demás que se ostentan como tales, están muy molestas, y el tema va a llegar a Cabildo, y seguramente más allá a lo legal.
Ya son dos al menos las regidoras que son insultadas, y además las sesiones de Cabildo se desarrollan con un lenguaje bastante inmoderado y hasta violento.
Creo que este Ayuntamiento necesita sanearse de esa misoginia que lo tiene marcado desde hace tiempo, y debe respetarse a la mujer.
Han presumido de que hay muchas mujeres trabajando en el Ayuntamiento… Pero no se trata de ponerlas a chambiar, sino de respetarlas al 100% y no despedirlas cuando son madres de familia vulnerables, único sostén en el hogar… Y si quieren ejemplos se los doy.
Darle chamba a la mujer, y maltratarla en ese empleo, eso es misoginia.
Creo que el tema se debe llevar a Cabildo, y debería haber un propósito real de cambiar estas cosas.
Como el caso de Cecilia Yépiz, será un acto de cobardía de Morena, si callan este asunto.
