DAMASCO.- Al menos 300 mexicanos se encuentran en la zona de conflicto de Siria, donde el sábado rebeldes lograron tomar control de las principales ciudades del país además de corroborarse la huida del presidente Bashar al-Assad.
Sin embargo, los conflictos en dicha región del Medio Oriente comenzaron desde semanas antes, y ante el cual un juez federal ya había ordenado la repatriación de mexicanos y mexicanas atrapadas en la zona.
Ordenan repatriación de mexicanos en Siria
Ante el conflicto entre Siria y Líbano, el pasado 14 de octubre un juez federal ordenó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) repatriar a los y las mexicanas que buscan salir de Medio Oriente.
En su resolución, el juez Jorge Jannu Lizárraga ordena a SRE implementar los medios de transporte para proteger la vida o facilitar las gestiones necesarias para conseguri la repatriación de los mexicanos.
La demanda que llevó al ordenamiento fue promovida por la abogada Elizabeth Díaz Slim.
Esto por la “abstención” de la SRE y la Embajada de México en Líbano “para brindar protección consular y proteger la vida de más de 300 mexicanos que hoy están en aquel país”.
“El acto reclamado en el presente juicio de garantías es una violación a los derechos humanos y […] las garantías individuales de los ciudadanos mexicanos que se encuentren en tránsito o por turismo en la República de Líbano”.
La demanda reclama que “la sola abstención de no proporcionar ayuda humanitaria y consular es irreparable a los derechos humanos […] el simple abandono humanitario, indiferencia ante la probabilidad de perder la vida constituye ya un daño irreparable”.
“Para las personas mexicanas que se encuentren en este momento en esos países, se sugiere programar su salida la brevedad . Existen rutas comerciales disponibles para salir de forma segura”, dice el comunicado de la SRE para los mexicanos en Siria.
“El acto reclamado en el presente juicio de garantías es una violación a los derechos humanos y […] las garantías individuales de los ciudadanos mexicanos que se encuentren en tránsito o por turismo en la República de Líbano”.
La demanda reclama que “la sola abstención de no proporcionar ayuda humanitaria y consular es irreparable a los derechos humanos […] el simple abandono humanitario, indiferencia ante la probabilidad de perder la vida constituye ya un daño irreparable”.
