Autoridades informaron que un niño de 10 años fue rescatado por la policía estatal de Texas después de cruzar la frontera de Estados Unidos el Día de Acción de Gracias y ser abandonado por contrabandistas en una zona desolada de territorio.
El pequeño, que venía de El Salvador y sólo llevaba un teléfono celular, estaba solo y perdido cuando cruzó al condado de Maverick, Texas.
Le dijo a los policías estatales entre lágrimas que esperaba encontrar a sus padres, quienes llegaron al país antes y confiaron en los coyotes para que lo entregaran a su familia en Estados Unidos. Así lo informó el teniente del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Christopher Olivarez, en una publicación de X compartiendo el video del niño.
La zona ha sido un foco de afluencia de niños migrantes no acompañados.
Hace apenas unos días, las autoridades de Texas encontraron a una niña de dos años de El Salvador que cruzó la frontera con otros 60 niños no acompañados. El video de la entrevista de un policía de Texas con la pequeña, quien dijo que sus padres también estaban en Estados Unidos, se volvió viral y desató la indignación por la crisis fronteriza.
“Muchos de nosotros estamos celebrando el Día de Acción de Gracias con nuestras familias y amigos. No olvidemos que muchos niños no podrán disfrutar de las fiestas ni ver a sus familias porque se han visto en una situación desesperada debido a las condiciones de la frontera abierta, y muchos más que son víctimas de trata a través de la frontera sur son explotados y expuestos a un entorno criminal peligroso durante su viaje a los EE. UU.”, dijo Olivarez sobre el último caso desgarrador.
Bajo la administración de Biden, más de 529,000 niños migrantes han ingresado a Estados Unidos, según datos federales.
Un impactante informe de vigilancia federal publicado en agosto reveló que el gobierno federal perdió el rastro de aproximadamente 320,000 niños migrantes que hicieron el angustioso viaje a través de la frontera sin sus padres.
Una vez en Estados Unidos, los agentes de la Patrulla Fronteriza ponen a los niños bajo la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), la agencia encargada de investigar a sus patrocinadores en Estados Unidos.
