La Opinión
La semana pasada, Ron DeSantis anunció un paquete de propuestas sobre la inmigración que incluye una medida que le permite a miles de soñadores y estudiantes indocumentados, mejor conocidos como Dreamers, pagar el costo de residente estatal de las matrículas universitarias.
Con esta propuesta los Dreamers no podrán costear sus estudios porque el precio de la matrícula, que fue aprobada en 2014 por el entonces gobernador Rick Scott y ahora republicano del Senado de los Estados Unidos, será casi cuatro veces más de su precio actual.
La propuesta de DeSantis provocó la movilización de un grupo de empleadores, estudiantes y líderes comunitarios quienes a través de una conferencia de prensa externaron su inconformidad.
Eduardo Padrón, expresidente de Miami Dade College, dijo que “nunca se me ocurrió en 2014 que nos volveríamos a reunir para tratar el tema de la matricula estatal. Este es un tema de justicia y sentido común y es bueno para nuestra economía. Si pone obstáculos en un momento en que hay una gran necesidad en campos como la ingeniería, los médicos, la enfermería, es una idea desacertada y mal concebir”.
Incluso, Scott ha tachado de “injusta” la propuesta de DeSantis ante la prensa de Tampa “es un proyecto de ley que me enorgulleció firmar. Es un proyecto de ley que volvería a firmar“.
“Florida solo se estaría perjudicando a sí misma al eliminar las tasas de matrícula estatales para jóvenes indocumentados en las que el estado ya ha invertido para sus años K-12″, dijo Mike Fernandez, presidente de MBF Healthcare Partners y copresidente de ABIC en un comunicado de prensa.
“Trabajamos muy duro para hacer que la educación superior sea asequible para los floridanos, y estamos orgullosos de eso. Tenemos la educación superior más asequible del país. Hemos tenido inflación. Los costos han cambiado. Si queremos mantener la línea de matrícula, entonces tienes que decir que debes ser un ciudadano estadounidense que vive en Florida. ¿Por qué subsidiaríamos a los ciudadanos no estadounidenses cuando queremos asegurarnos de que queremos mantenerlo asequible para nuestra propia gente?“, dijo DeSantis en una conferencia de prensa la semana pasada.
De acuerdo con el Portal de Inmigración de Educación Superior, cerca de 40,000 estudiantes matriculados en educación superior en Florida se consideran indocumentados con al rededor de 12,000 elegibles para DACA y alrededor de 28,000 no elegibles. En el caso de Florida, cada año alrededor de 5000 estudiantes que no tienen un estatus legal permanente se graduan de la escuela secundaria en el estado.