Ciudad de México.- La agrupación Organic Consumers Association presentó una demanda en Estados Unidos contra Calavo Growers por la comercialización de aguacates mexicanos con el sello de “producto sostenible”.
En la demanda presentada en conjunto con Richman Law & Policy, se acusa que Calavo, empresa californiana de productos agrícolas como tomates, papayas y guacamole, argumentaba que los aguacates en venta habían sido cultivados con las mejores prácticas contra el cambio climático y a favor de la captura de CO2, cuando en realidad impulsan la deforestación.
“Los registros de envío del Gobierno mexicano muestran que durante los años 2022 hasta principios de 2024, Calavo obtuvo más de 800 mil kilogramos de aguacates (aproximadamente 8 millones de aguacates) de al menos 15 huertos que operan en tierras deforestadas en Michoacán y Jalisco.
“La denuncia contiene imágenes del antes y el después de las tierras deforestadas de las que Calavo Growers se abastece de aguacates, según los registros del Gobierno mexicano”, detalló Organic Consumers Association en un comunicado.
De acuerdo con los enunciados de Calavo Growers a sus consumidores, sus aguacates “mejoran la salud del suelo”, “promueven la eficiencia hídrica” y “apoyan comunidades agrícolas fuertes”, sin embargo, este cultivo es responsable de cerca de una quinta parte de la deforestación en Michoacán y Jalisco entre 2001 y 2017.
“Esta deforestación ilegal está afectando a la ecorregión de los bosques de pino y encino de la Faja Volcánica Transmexicana. Más famosa por ser el lugar de anidación invernal de la mariposa monarca, también hogar de aves, anfibios y reptiles, así como del 50 por ciento de las especies únicas de mamíferos de México”, alertó.
En el documento enviando se recordó la visita del Embajador estadounidense Ken Salazar a tierras michoacanas, tras la suspensión de revisiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
En su visita, el diplomático afirmó que las cosechas de aguacate obtenidas con elementos de ilegalidad no deberían ser comercializadas en ese país.
“Ya sea legal o ilegal, la conversión de bosques naturales en plantaciones de aguacate para Calavo libera gases de efecto invernadero, reduce el almacenamiento de carbono, amenaza la biodiversidad y agota los acuíferos. Comercializar estos aguacates como ‘sostenibles’, es engañoso”, cuestionó la organización a favor de los consumidores.
En México, Calavo cuenta con una planta de abastecimiento en Uruapan, Michoacán, la cual fue la primera instalación de una productora estadounidense en territorio mexicano.
En 2015, la empresa mencionada se asoció con productores mexicanos para crear Aguacates de Jalisco, empresa que pertenece en 83 por ciento a la empresa estadounidense.
Durante el trimestre fiscal, concluido en julio pasado, se compraron 3.5 millones de dólares de aguacate de esta ubicación, mientras que, en los nueve meses de este año fiscal, las compras ascendieron a 7.1 millones de dólares, según sus informes financieros.
En su último trimestre reportado, las ventas de aguacate aumentaron 20 por ciento anual, debido a un mayor precio del producto, ya que por volumen se reportó una caída de 5 por ciento.
“El aumento del precio de venta por caja se debió principalmente a la fuerte demanda de aguacates”, aclaró Calavo a sus inversionistas.