La violencia provocada por el crimen organizado en diversas comunidades de México fue la principal causa por la que las autoridades de Estados Unidos registraron 2 millones 865 mil 028 ingresos de migrantes mexicanos a su país durante los últimos cuatro años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el Sector El Paso, el cual abarca cerca de 432 kilómetros de la frontera de Nuevo México y Texas con Chihuahua, entre octubre de 2020 y agosto de 2024 fueron detectados 433 mil 158 cruces regulares e irregulares de mexicanos.
Mientras que en todo Estados Unidos los mexicanos representaron el 26.82 por ciento del total de migrantes procesados durante los últimos cuatro años fiscales, en el Sector El Paso significaron el 32.42 por ciento de los ingresos; sin embargo, el mes pasado casi la mitad de todos los migrantes procesados por los agentes de la Patrulla Fronteriza y por los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en El Paso fueron mexicanos.
Según las estadísticas oficiales, desde el 1 de octubre de 2020 hasta el 31 de agosto de 2024 los oficiales de CBP y los agentes de la Patrulla Fronteriza sumaron 10 millones 680 mil 891 ingresos de migrantes en todo Estados Unidos, de los cuales 2 millones 865 mil 028 fueron de mexicanos, aunque una sola persona pudo haber ingresado más de una vez.
En el mismo lapso, los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso y los oficiales de CBP asignados al Oficina de Operaciones de Campo de El Paso registraron un millón 335 mil 748 ingresos de migrantes a su país, de los cuales 433 mil 158 fueron de personas mexicanas.
Sólo en agosto pasado fueron procesados 21 mil 014 migrantes que ingresaron de manera regular e irregular a través de la región de El Paso, y el 46.48 por ciento de los procesamientos fueron de 9 mil 768 mexicanos.
En 2024, los mexicanos han sido la principal nacionalidad atendida en el Centro de Atención Integral a Migrantes (CAIM) del Consejo Estatal de Población (Coespo), con un total de mil 769 personas hasta agosto, informó Luis Dirvin García, coordinador del Programa de Atención a Migrantes.
Chihuahua ha sido el principal estado de origen que ha acudido en busca de apoyo con 237 casos, entre los que se encontraron 123 juarenses víctimas de la violencia que acudieron en busca de asesoría sobre el uso de la aplicación digital CBP One para obtener una cita para ingresar a Estados Unidos en busca de asilo o alguna otra forma de protección internacional.
También han acudido al CAIM 32 personas provenientes del municipio de Chihuahua, 18 de Casas Grandes y 16 de Cuauhtémoc.
El segundo estado con mayor atención de migrantes fue Zacatecas, con 227 personas, 80 de ellas provenientes de Fresnillo, 34 de Juan Aldama, 23 de Miguel Auza, 16 de Jerez y el resto de otros municipios ubicados en zonas de violencia.
Otras 168 personas provenientes de Michoacán también acudieron a pedir asesoría sobre la aplicación CBP One, y en algunos casos albergue. Los principales municipios de procedencia fueron Hidalgo con 55 personas, Morelia con 24 y Pueblo Viejo con 12, mientras que 14 personas se reservaron su municipio de procedencia.
De Guerrero han acudido 148 personas, principalmente del municipio de Iguala; y 133 guanajuatenses provenientes de municipios como Irapuato, León y Santiago Maravatío.
Según la Encuesta a Mexicanos Desplazados y Solicitantes de Asilo en Ciudad Juárez 2023, realizada por el Grupo Interdisciplinario en Temas Migratorios (GITM), el crimen organizado hizo huir de sus lugares de origen al 81 por ciento de los migrantes mexicanos que llegaron el año pasado a Ciudad Juárez en busca de asilo en Estados Unidos.
Desde 2019, Michoacán ha sido el principal estado de origen de los mexicanos desplazados por la violencia, seguido de Guerrero y otras entidades como Zacatecas, Oaxaca, Baja California, Sonora y Guanajuato.
Las encuestas que llevaron a cabo investigadores de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), El Colegio de Chihuahua (El Colech), la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) revelaron que mientras que en 2022 el 63 por ciento dijo haber huido de amenazas o extorsiones del crimen organizado, en 2023 lo hizo el 81 por ciento.
Además, el porcentaje de motivos de inseguridad como robos o delincuencia organizada también incrementó del 50 al 60 de un año a otro; y por la presencia del crimen organizado en sus comunidades aumentó del 35 al 49 por ciento.
Según el Monitoreo de Protección del Consejo Danés para Refugiados (DRC) en México, realizado de 1 de enero al 31 de agosto de 2023, basado en las encuestas a 31 familias integradas por 87 personas de origen mexicano, el 69 por ciento dijo haber salido de su lugar de origen por la inseguridad y violencia generalizada, 3.9 por ciento por temor a persecución, el 31 en busca de cobertura de necesidades básicas, el 6.9 tras algún desastre natural, el 10.3 en busca de una reunificación familiar, el 10.3 tras haber sufrido violencia de género y el 6.9 por otra motivación.
De acuerdo con las Encuestas sobre Migración en las Fronteras Norte y Sur de México (EMIF Norte y EMIF Sur), impulsadas por la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas de la Secretaría de Gobernación (UPMRIP), El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) y la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM/ONU Migración), en 2022 el costo promedio en dólares que los mexicanos pagaron a los ‘coyotes’ por ser ingresados a Estados Unidos a finales de 2022 fue de 6 mil 937 dólares americanos.
Las encuestas señalan que las mujeres tuvieron que pagar en promedio a los traficantes de personas 7 mil 839 dólares, por encima de los 6 mil 565 que pagaron los varones.
Sin embargo, en 2023 migrantes informaron a El Diario haber pagado hasta 9 mil dólares por persona por ser ingresados a Estados Unidos desde esta frontera y llevados a algún estado del interior del país. Otros connacionales dieron a conocer que además del pago a los ‘coyotes’ tuvieron que cubrir una cuota de hasta 37 mil pesos a los grupos criminales que trabajan en la frontera.
A lo largo del Sector El Paso, que abarca cerca de 432 kilómetros de la frontera de Nuevo México y Texas con Chihuahua, desde Lordsburg, Nuevo México, en la frontera mexicana con El Berrendo, municipio de Janos, hasta Fort Hancock, Texas, antes de llegar a El Porvenir, municipio de Praxedis G. Guerrero, los traficantes de personas ingresan principalmente a migrantes mexicanos a través del desierto, la malla o muro fronterizo y las redes de alcantarillado.
