BEIRUT. — Este miércoles estallaron en Beirut y otras partes de Líbano dispositivos electrónicos en una aparente segunda ola de detonaciones, dijeron funcionarios de Hezbollah y la prensa estatal, al reportar que estallaron walkie-talkies y hasta equipos de energía solar, un día después de que cientos de localizadores “beepers” estallaron.
Nueve muertos y 300 heridos por segunda ola de explosiones en Líbano, dice Ministerio de Salud del país.
Hubo varios estallidos en Beirut, en el funeral de tres integrantes de Hezbollah y un menor de edad muertos en las explosiones de localizadores del día anterior.
Un funcionario de Hezbollah dijo que estallaron radios portátiles usados por la agrupación. La agencia oficial de noticias libanes reportó que sistemas domésticos de energía solar estallaron en varias partes de Beirut y el sur del Líbano, hiriendo por lo menos a una niña.
Hezbollah juró venganza por los ataques
Hashem Safieddine, director del Consejo Ejecutivo de Hezbollah, dijo el miércoles que la agrupación responderá con “un castigo especial”. El grupo, aseveró, está “en una nueva confrontación con el enemigo”.
Las nuevas explosiones ocurren en medio de gran confusión e indignación en Líbano por los estallidos de los bípers el martes, que parecían ser una compleja operación israelí contra Hezbollah. Por lo menos 12 personas murieron, entre ellas dos menores de edad, y unas 2 mil 800 resultaron heridas.
Entretanto, empezaron a surgir detalles del operativo. Una compañía con sede en Hungría fue la responsable de fabricar los bípers que explotaron en Líbano y Siria en una aparente operación israelí contra Hezbollah, dijo el miércoles otra firma cuya marca se utilizaba en los dispositivos.
Los bípers utilizados por cientos de integrantes de la milicia Hezbollah explotaron el martes de forma casi simultánea en Líbano y Siria.
Culpan a Israel de los explosiones
Hezbollah y el gobierno libanés culparon a Israel por lo que parecía ser un sofisticado ataque a distancia.
Un funcionario estadounidense dijo que Israel había informado a Estados Unidos el martes cuando hubo concluido la operación, en la que se detonaron pequeñas cantidades de explosivos ocultas en los dispositivos.
Hezbollah y las fuerzas israelíes han cruzado fuego casi a diario desde el 8 de octubre, al día siguiente de que un letal ataque liderado por Hamás en el sur de Israel provocara una gran contraofensiva israelí y la guerra que continúa en Gaza. Desde entonces, cientos de personas han muerto en los ataques Líbano y decenas en Israel, y decenas de miles de personas se han visto desplazadas a ambos lados de la frontera.
El ataque del martes, y el hecho de que Hezbollah responsabilizara a Israel, renovó los temores a una guerra abierta entre los dos rivales.
Israel empezó el miércoles a llevar más tropas a su frontera con Líbano como medida de precaución, según un funcionario con conocimiento de los movimientos militares que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios.
Los expertos creen que el material explosivo se colocó en los buscas antes de que fueran entregados y utilizados, en una sofisticada infiltración en la cadena de suministro.