Un tribunal de Colombia ordenó “medidas para la erradicación” de más de 150 hipopótamos descendientes de una pareja traída al país en los años ochenta por el barón de la cocaína Pablo Escobar, que se reproducen sin control.
El Tribunal Administrativo de Cundinamarca (centro) fijó un plazo de tres meses para que el Ministerio de Ambiente expida “una regulación que contemple medidas para la erradicación de la especie”, que está afectando el “equilibrio ecológico”, según el fallo publicado en su sitio web.
Los magistrados especificaron que las medidas deben incluir “la caza controlada y la esterilización” de los hipopótamos.
El Ministerio ya había anunciado a finales de 2023 un plan para esterilizar a parte de la población de esta especie invasora y aplicarle la eutanasia a otros cuántos.
Después de transcurridos varios meses, las esterilizaciones avanzan a paso lento y aún no se ha registrado la primera eutanasia.
Tampoco prosperó un plan para trasladarlos a México, India y Filipinas.
Animalistas se oponen a la caza
Los hipopótamos llegaron a Colombia por capricho de Pablo Escobar que introdujo una pareja proveniente de África en su zoológico personal de la Hacienda Nápoles, en la región del Magdalena Medio (centro-norte).
Tras la muerte a manos de la policía en 1993 del entonces mayor narcotraficante del mundo y la intervención oficial de sus propiedades, los mamíferos quedaron desamparados y empezaron a reproducirse. Algunos han atacado a pescadores del río Magdalena, el más importante del país.
A finales de 2023 había 166 hipopótamos y según cálculos del Ministerio de Ambiente para 2035 podrían ser 1.000 si no se frena su expansión.
Expertos sostienen que el crecimiento descontrolado de su población amenaza a especies locales como el manatí. Pero animalistas y trabajadores del sector del turismo se oponen a la caza de estos gigantes de piel rosada.