NOGALES, Son.- Estuvimos en los Festejos por el 110 Aniversario de la Fundación del Ejército Mexicano actual, donde fuimos atendidos por el personal a cargo del General Jefe de Estado Mayor, Conrado Bruno Pérez Esparza, quien se ha granjeado la estima de la sociedad nogalense.
Gracias a la labor de acercamiento e interacción de este General con los nogalenses, ha sido notoria, lo que ha mejorado la percepción hacia la Secretaría de la Defensa Nacional en esta frontera.
El Comandante de la 45 Zona Militar, el General Marco Antonio Álvarez Reyes, debe estar bastante contento con esa labor.
En esa ceremonia saludamos también a Eneida Mendívil, directora de la Asociación de Agentes Aduanales; al alcalde Juan Gim Nogales; a Genaro Vecerra, director de Index Nogales, y a nuestros colegas Felipe Ortiz y Rubén Rivera, por supuesto.
Nos dio gusto igualmente presenciar los ascensos de varios miembros del Ejército Mexicano, porque es evidente que tenemos una milicia esforzada y valiente.
CARNAVAL
Nos ha tocado revisar la alegría con la que se desarrolla el Carnaval de Guaymas, y donde la madrina del evento, la polémica Karely Ruiz le ha dado un atractivo que no se miraba en muchos años… Ni cuando vino la Niurka o alguna otra que no recuerdo.
El caso es que hay una polémica creada por algunos medios que pretenden pintar todo lo que huela a gobierno como un fracaso…Y de los tradicionales cascarones de huevo rellenos de confeti han hecho una polémica, por malicia o por ignorancia.
Dicen abiertamente que le tiraron huevazos a la Karely, pero no aclaran que son de confeti, y además cualquiera sabe que es una tradición carnestolenda.
Todos hemos usado esos cascarones rellenos de confeti, y hasta hicimos un video muy gracioso en nuestras redes de TikTok y aquí lo puede consultar: https://www.tiktok.com/@borderlinea.mx/video/7202096706240974085 .
Creo que la prensa sonorense debería abandonar ese periodismo militante a favor del PRI o del PAN, y retomar solamente el papel que nos toca, y que es el de informar como es debido. Por supuesto que en el papel de informar está la crítica, pero hay que hacerla bien fundada, por que estamos quedando en ridículo como medios de comunicación. Se tenía que decir… Yo sé que la pueden agarrar contra mi por esto que escribo, pero es un llamado a que las aguas tomen su nivel.
El Carnaval ha sido muy bueno para los guaymenses, los hoteles a reventar, ventas en restaurantes, la violencia ha dado tregua, la fiesta sigue, las multitudes en las calles… Eso hay que hacer notar, ya que la alegría del pueblo no tiene colores partidistas, además eso abona a la atracción de más turismo.
Dejemos el periodismo militante, por un periodismo objetivo. O bien, si se va a hacer un periodismo militante, pues hay que decirlo, advertirlo a los lectores. También eso es válido.
Hay que felicitar a los guaymenses y a su alcaldesa, Karla Córdova Gutiérrez, porque retomaron el Carnaval con muy buen tino, después de dos años de pandemia. Bien por los empresarios, bien por los vendedores ambulantes, bien por el pueblo… y bien por la Karely, que seguro se ha ganado una buena lanita…
Y POR LOS RUMBOS DE ALTAR
En Altar tenemos el caso de que los colectivos de Madres Buscadoras tuvieron que abandonar lo que llamaron “una gran búsqueda”, debido a que se sintieron amenazadas por gente armada.
La verdad que eso que hicieron los colectivos fue una soberana tontería, al irse a meter en medio de la zona más violenta de Sonora.
Fue la tarde del pasado sábado 18 de febrero que el grupo de alrededor de 30 mujeres se vieron forzadas a retirarse del área de búsqueda, luego de que en uno de los últimos puntos de su recorrido, se encontrarán con un grupo de hombres fuertemente armados.
Integrantes de los Colectivos Misioneras Buscadoras Magdalena, Buscadoras por la Paz de Sonora, Agrupación Buscando Personas Desaparecidas, A.C. y Rastreadoras de Caborca, participaban en esta actividad de rastreo, a la que convocaron días previos para lo que denominaron la “Gran Búsqueda”.
Me parece una falta de prudencia haber realizado esa búsqueda, poniendo en riesgo la vida propia y de los agentes que las custodian. Eso no es necesario.