Durante una reunión que Donald Trump, sostuvo con Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, el candidato presidencial republicano le advirtió que pronto podría estallar una gran guerra en el Medio Oriente, la cual después detonaría la Tercera Guerra Mundial, esto en caso de que él no logre regresar a la Casa Blanca para evitar ambos conflictos bélicos.
Un día después de que el máximo responsable de la nación judía se reunió con Joe Biden en la Casa Blanca y después con Kamala Harris, se desplazó hasta Florida para visitar a Donald Trump en su residencia de Mar-a-Lago.
Previo a la charla que ambos personajes sostuvieron, el expresidente estadounidense de 81 años se dirigió a los medios informativos que pretendían cubrir el evento privado y les vaticinó que, en caso de no producirse su retorno a Washington en siguiente año, existe un enorme riesgo de que se desate un conflicto bélico global.
“Si ganamos, será muy sencillo. Todo se solucionará y muy rápidamente. Si no lo hacemos, terminaremos con grandes guerras en Oriente Medio y tal vez una Tercera Guerra Mundial.
Estamos más cerca de una Tercera Guerra Mundial ahora que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial. Nunca hemos estado tan cerca, porque tenemos gente incompetente al mando de nuestro país”, aseguró.
Trascendió que Netanyahu fue quien solicitó reunirse con Donald Trump para tratar de limar asperezas después de que en su momento el hecho de que el primer ministro israelí reconociera a Joe Biden como mandatario en 2020 no le sentó bien al republicano.
Sin embargo, la necesidad de encontrarle una solución al problema en que se metió Israel al devastar La Franja de Gaza le ha generado una muy mala imagen ante la comunidad internacional y requiere de todo el apoyo estadounidense para darle la vuelta a la situación, casi de la misma manera en que el gobierno norteamericano demanda ponerle fin a la ola de manifestaciones en pro y en contra de judíos y palestinos que también tiene divididos a los ciudadanos.
Es claro que Benjamín Netanyahu pretende jugar con dos barajas, pues ante lo reñido que se vislumbran las elecciones de noviembre próximo en Estados Unidos ha empezado a negociar, tanto con Kamala Harris como con Donald, la manera sobre cómo lograr la pacificación en Medio Oriente sin que la imagen de Israel se vea todavía más empañada.
Así que, al margen de quién resulte el nuevo responsable de la Casa Blanca, los israelíes tendrán el apoyo de su mejor aliado garantizado.
