Más de un millón de personas continúan sin electricidad en Houston, la cuarta ciudad más grande de EE. UU., días después del paso de la tormenta Beryl.
La empresa privada de gas y energía Center Point Energy, encargada de atender a casi toda la población de la urbe, se encuentra en el foco de las críticas y los cuestionamientos sobre la fortaleza de la infraestructura básica de la ciudad.
En medio de las labores recuperativas tras los estragos causados por Beryl, que dejó al menos ocho muertos y decenas de casas y edificios destruidos por las lluvias, los habitantes de Houston deben lidiar con la falta de luz electricidad en un escenario marcado por las altas temperaturas del verano que superan los 40 grados Celsius.
Varias oenegés están pidiendo donaciones de “agua, comida y generadores eléctricos” atender las necesidades de los habitantes, en tanto el gobernador encargado de Texas, Dan Patrick, anunció el jueves en una rueda de prensa que el estado ya está “pidiendo una investigación” a Center Point.
En un comunicado, la compañía aseguró que espera restaurar los servicios energéticos de 400 000 personas para la tarde del viernes y los de otras 350 000 para el final del domingo.
Beryl ha causado “importantes daños estructurales” en el área de servicio de la empresa, incluyendo “en la costa, donde partes del sistema eléctrico deberán ser reconstruidas”, explicó.
El huracán Beryl fue un poderoso organismo tropical que alcanzó categoría 5 y afectó partes del Caribe, la península de Yucatán, en México, y la costa del Golfo, en el sur de los Estados Unidos, a finales de junio y principios de julio.
