El ciclista profesional francés Julien Bernard se vio envuelto en una polémica durante el Tour de Francia este viernes. La Unión Ciclista Internacional (UCI) multó a Bernard con 200 francos suizos ($223), por hacer una pausa para besar a su esposa durante la contrarreloj de la séptima etapa.
La séptima etapa, disputada en la región natal de Bernard, Borgoña, marcó un momento conmovedor en su carrera. A los quince minutos de la contrarreloj, Bernard se detuvo brevemente para besar a su mujer y a su hijo pequeño, que esperaban junto a la carretera.
¿Con qué razón multaron a Bernard?
Sin embargo, la UCI no compartió el sentimentalismo del momento. En un comunicado oficial, consideraron inapropiadas las acciones de Bernard y afirmaron que empañó la imagen del deporte. A pesar de la multa, la respuesta de Bernard siguió siendo estoica y sin pedir disculpas.
“Perdón @UCI_cycling por haber dañado la imagen del deporte, pero estoy dispuesto a pagar 200 CHF cada día y revivir este momento”, expresó Bernard.
Bernard profundizó en el significado emocional de la interacción en conversaciones posteriores. “Fue realmente increíble. Mi esposa lo ha estado organizando con algunos amigos durante algunas semanas y ha hecho un trabajo realmente muy bueno”, compartió durante una entrevista televisiva.
¿Hace falta más humanización en el deporte?
Esta mezcla de carrera profesional y ternura personal resonó más allá de los aficionados al ciclismo. Resalta el aspecto humano, a menudo descuidado, que se esconde tras las rigurosas exigencias del deporte profesional. El desvío de Bernard hacia el afecto familiar pone de relieve una yuxtaposición dentro del ciclismo de competición.
Espectadores y compañeros ciclistas se mostraron divididos en sus reacciones. Algunos sostienen que es primordial mantener la integridad y la estructura de las competiciones profesionales. Otros expresan empatía y admiración por la elección de Bernard de priorizar un momento con su familia en medio del ambiente de alta presión del Tour de Francia.
Independientemente de las opiniones divergentes, las acciones de Bernard y la multa crean un diálogo más amplio sobre las presiones de los atletas y las experiencias humanas.