RUMBO AL BIPARTIDISMO O TRIPARTIDISMO MEXICANO VÍA BLACK ROCK… No queremos un Japón en nuestra frontera Sur: Brezezinzky
Por Sergio García
Desde hace años hemos visto a un Presidente del PRI salido de las alcantarillas de ese partido. Alejandro Moreno, Alito, quien llegó y se quedó como si fuera el gran hombre, salvador de ese partido. Y todos los grandes grupos y liderazgos del tricolor se hicieron a un lado.
¿Fue esto casualidad? ¿Fue más poderoso Alito que Beltrones, que Peña, que los Hank, que todo el Grupo Atlacomulco?
La respuesta es: Claro que no. Simplemente se hicieron a un lado en una fantasmal coreografía orquestada desde el Deep State, desde el Estado Oscuro Mexicano, para cambiar los polos de poder y seguirse perpetuando en el poder.
Al mismo tiempo que esto ocurría en el PRI, ocurrió en el PAN, donde asciende un Ricardo Anaya, inservible y torpe, enfrentándose a un experimentado Andrés Manuel López Obrador.
Luego viene otro más pentonto llamado Marko Cortés, y termina de ocurrir la debacle panista, en esa coreografía siniestra, bien orquestada, en que los dos partidos se suicidan lentamente, para que el pueblo, la masa, no lo note.
¿Acaso esos dos mozuelos, tienen más poder que Calderón, que los Garza, Servitje, Jefe Diego, dentro del PAN? Por supuesto que no.
Así dos partidos mueren guiados por unos tontos, mientras los príncipes, reyezuelos de esos partidos nada hacen por salvarlos… ¿Es esto casualidad en el PAN? La respuesta es: Claro que tampoco es casualidad.
Es evidente que hay un plan bien orquestado para llevarnos a la refundación del sistema político mexicano, para eternizarse otros cien años en el poder, las mismas pandillas, pero con otros apellidos… Y a cambio, darle una leve mejora a nuestro pueblo… Que luego nos la van a quitar… Y así recomenzará el ciclo, de cien años más.
Pero volviendo a esta coreografía siniestra de partidos y políticos, el artista principal que surge triunfando en el escenario se llama Morena… Este nuevo partido que ha capitalizado, con la venia de BlackRock, de los gringos, del gran capital, del Deep State, (como quiera usted visualizarlo) nos tiene un nuevo gobierno que habrá de dirigir el país.
El Deep State tiene para México otros cien años de Gobiernos sometidos a los intereses gringos, con una visión de izquierda supracapitalista, como lo fue el PRI de los 60s a los 90s.
Sólo los ignorantes de la historia se hacen de la vista gorda cuando tildan al PRI de derechas, a pesar de que históricamente el tricolor fue el apoyo de los izquierdistas españoles en los 30, 40, 50s. El PRI fue ferviente anticatólico con Plutarco Elías Calles.
El PRI apoyó a Fidel Castro en su lucha, y en la ONU; lo mismo hizo México para apoyar a las guerrillas latinoamericanas que encontraron siempre refugio en México. (La Izquierda era el PRI).
Ahora la ideología es más radical. Ya no luchan por el libre uso del condón, sino por el aborto, y la liberación sexual en todos los sentidos, incluyendo la destrucción de la religión, en especial la católica, y borrar el nombre de Dios de las conciencias de los mexicanos, como lo intentó el pérfido de Plutarco Eías Calles.
Pero al final, en estas luchas, se cocina la misma visión de izquierda. No una izquierda nacionalista, como la del PRI, como la de Andrés Manuel López Obrador.
Ahora vamos a pasar a una izquierda globalista, en la persona de Claudia Sheinbaum, que habrá de gobernar sin sobresaltos, mientras se cumplan los programas que dicte BlackRock, desde Estados Unidos y Londres.
Desde hace décadas vivimos atados a los Gringos. Es una vecindad maldita.
Por eso en los programas de Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y Máynes apostaban los tres por las energías limpias, porque eso ordenaron los de Black Rock… Que nos olvidemos de nuestro petróleo, que lo quieren para ellos… El petróleo de México es de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Al final esta izquierda globalista, igual que la derecha globalista de Felipe Calderón, Peña Nieto o de Fox, entregará los recursos naturales, litio, oro, plata, petróleo, a los gringos, a Black Rock, a los gringos. No importa si eres de izquiera o de derecha, basta que entregues la riqueza nacional.
A cambio Black Rock, George Soros, dejarán Gobernar a Claudia, (Y al Peje) sin sobresaltos… Pero si se salen del librito, nos pasa lo que a Venezuela, Bolivia, Irak, o Libia…
Y mientras tanto, los partidos políticos en su coreografía se convertirán en una falsa pelea, de izquierda o derecha. Nos llevan a un bipartidismo o tripartidismo estilo gringo, para tenernos más controlados, y sin sobresaltos.
Y el que se sale de esa coreografía… lo derrocan, o lo encarcelan, se enferma, o se muere… Sólo hay que recordar a Kennedy, Khadafy, Hussein, Colosio o Evo Morales… Porque BlackRock no tiene ideología, todo es cuestión de riquezas.
Nuestro país no tiene permiso de crecer, de progresar, de ser esa una Potencia en Potencia, a ser una Potencia en Acto, Real. No podemos usar nuestros recursos para darle mayor bienestar a nuestro pueblo, para tener tecnología, armas poderosas, nuestras propias refinerías
Porque como djo un gran estratega de los Estados Unidos de Norteamérica, Zbigniew Kazimierz Brzezinski: “No queremos un Japón en nuestra frontera Sur”.
