Por Sergio García
NOGALES, Son.- Pues vaya que ha sido un desastre ecológico el que ocurrió en Ohio, en un poblado llamado East Palestine, donde un tren cargado de productos químicos altamente tóxicos descarriló debido a la negligencia de los operadores de la empresa.
El estallido destruyó cinco vagones cargados principalmente de Cloruro de Vinilo y se levantó una gran bola de fuego, lo que liberó cantidades enormes de contaminantes.
El cloruro de vinilo (VC) es utilizado para elaborar plásticos, como el PVC (Policloruro de Vinilo) y otros productos para múltiples usos del ser humano, ya sea industriales o domésticos, como tuberías, trastes de cocina, botellas de plástico.
Este producto, a pesar de tener tantos usos domésticos, a pesar de que convivimos con el PVC o el VC, son altamente tóxicos en caso de prenderles fuego. Sus vapores generan toxinas mortales, casi por necesidad. Las dioxinas están en los plásticos y son un producto altamente tóxico con el que convivimos todos los días, desde que nacemos.
La exposición al olor dulzón de algunos plásticos ocasiona cáncer, dependiendo del tiempo y concentración de la exposición. El desastre ha ocasionado la evacuación de más de cinco mil personas, por que estalló en una zona rural, pero si el derrame hubiera sido en una zona urbana, el desastre no hubiera podido ocultarse como lo hacen ahora. Pero se habla de que el riesgo continúa para millones de personas a causa de la contaminación de los acuíferos, y del aire que se respira.
La prensa estadounidense vendida al Gobierno, casi toda, le ha dado muy poco espacio a este accidente, y se conoce hasta ahora, a diez días de ocurrido.
Los grandes medios de comunicación le han dado prioridad a unos globos que solamente existen en la imaginación de Joe Biden o de las autoridades que utilizan el tema para esconder la magnitud del desastre.
Esos Globos Chinos son para el desastre de Ohio, lo que el Chupacabras para el robo del Fobaproa. Una cortina de humo para distraer a la opinión pública.
ALERTA NOGALES
La advertencia para Nogales es que no estamos preparados para una contingencia de esas magnitudes. Casi todos los días circulan por la ciudad tanques cargados de sustancias tóxicas, como el ácido sulfúrico, el cual se utiliza en los procesos de la minería.
El derrame o estallido de un solo tanque de ácido sulfúrico podría matar a miles de nogalenses en un santiamén, y no hay equipamiento suficiente para responder a una contingencia de esa naturaleza.
El pecado es que estamos acostumbrados a convivir con todo ese tipo de sustancias tóxicas, y se nos hacen naturales, porque nos hacen la vida más cómoda.
Pero en algún momento, a ratos, la naturaleza cobra la factura, como en Ohio y puede venir la desgracia para Nogales.
Ojalá que este incidente permee en el Gobierno y le den una revisada a la normatividad, a lo que transporta Ferromex por el Centro de Nogales; pero también se revise el estado en que se encuentran los equipos de emergencia, comenzando con el personal de la Unidad Municipal de Protección Civil.
Debe haber personal profesional y suficiente, capacitado para responder a las emergencias, en lugar de 2 o 3 y mal pagados, sin carros, ni equipos.
Debe, sobre todo, equiparse y modernizar al personal de Bomberos, pues son ellos la respuesta más rápida y numerosa para atacar este tipo de emergencias. Hay mucho por hacer, para prevenir un desastre como el que ahora viven en Ohio.
