Por Sergio García
UNA MINISTRA PRESIDENTA DE LA Suprema Corte de Justicia de la Nación indigna y sin autoridad moral es lo último que nos faltaba para nuestro proceso electoral que se avecina.
De Norma Lucía Piña Hernández ya sabíamos desde siempre que es priísta, y que se rige solamente por los intereses del grupo de poder que representa. Es decir al PRI y al PAN.
Hemos tenido la figura de dos magistrados que se han sumado a las campañas políticas con todo descaro, como son Lorenzo Córdova Vianello, quien siendo Presidente del INE, escribió un libro para promover la marea rosa, ¡siendo el rosa el color del INE!
Luego tenemos al otro Presidente de la SCJN, ya renunciado, quien se fue de inmediato a las filas de Morena.
Vergonzoso espectáculo del poder judicial que lo único que alcanza a mostrar es que tenemos un sistema judicial no corrupto, sino corruptísimo, lleno de ladrones, y si así está la cabeza, cómo estará el resto del cuerpo colegiado.
Eso simplemente me hace ver que la elección corre peligro en manos de una ministra abiertamente corrupta, que miente y amenaza.
Pocos lo saben, amigo lector, lectora, pero salió en periódicos de la capital reportajes donde se muestra a la Ministra enviando mensajes a los otros ministros para darles órdenes.
Además se reveló y confirmó que ya iniciado el proceso electoral, en diciembre, la ministra y algunos otros ministros convocados por ella se reunieron con el Presidente del PRI, Alejandro Moreno, Alito; también estaba convocado Santiago Creel, pero éste no asistió, precisamente a la casa de otro ministro José Luis González Alcántara Carrancá, donde fue la cena.
¿Entonces de qué se trata? El Sistema Judicial es sólo una extensión de la gran corrupción nacional. Eso ya no se puede negar.
Pronto vamos a publicar estos reportajes, con los permisos debidos, pero de plano, estas noticias de la alta corrupción del sistema judicial lo único que habla es del control nacional que ejercen las mafias del poder.
Y nos dice que hay una gran pelea para quedarse con el control, pero no una pelea de buenos contra los malos, sino una pelea de sicarios del poder, una pelea de sicarios del mal por el control de poder judicial.
LA MARCHA ROSA
Indiscutiblemente que la Marcha Rosa pegó duro en la prensa nacional. No es para despreciarla, sino de alabarla. Hay democracia, y no gracias al prian, ni a Morena, sino al empuje de la sociedad.
Sin embargo vivimos en una democracia secuestrada por un grupo de 10 o 20 personas, quienes reparten el pastel nacional.
La Marcha Rosa tristemente es lidereada por Manuel Zambrano, Alito, Marko Cortés y dos o tres leperazos más que siempre han vivido del erario, pseudo empresarios que han hecho su dinero a la sombra del poder. En esa lista está María Amparo Casar Pérez, quien gana 270 mil pesos mensuales por encabezar a Mexicanos Contra la Corrupción, y dice que se muere de hambre si no le pagan la pensión millonaria que se roba quincenalmente del Pemex.
En esa misma agrupación lidereada por Claudio X. González Guajardo, verdadero fundador de la Alianza por México, vividor del sistema desde hace décadas gracias a su padre, y dueño de Kimberly Clark de México.
Entonces… ¿Qué esperanza tenemos? Ninguna. ¿A dónde vamos? A la crisis política y económica.
Esta Alianza por México y Mexicanos contra la Corrupción financiada por el Gobierno de Estados Unidos es un ejemplo de lo que hacen con otros países donde pretenden apoyar la democracia, aunque nadie les pida ayuda. Y así tumban al Gobierno que no les conviene y ponen a un títere a su conveniencia…