Tristeza, zozobra e ilusión acompañan a los migrantes que emprenden el incierto camino del sueño americano, sin saber lo que el destino les depara, pero desean que sea una vida mejor, para algunos lo es, otros encuentran la muerte, como ocurrió con Everardo Ventura, uno de los ochos jornaleros que murieron en un accidente de autobús en Florida.
Salió de la comunidad de Agua de Sol, perteneciente al municipio de Miahuatlán, Oaxaca, con la promesa de volver pronto, según dijo su esposa Azucena Lucas al sitio de noticias La Silla Rota. “Nunca nos imaginamos que iba a volver así”, dijo en medio de su dolor.
Lo conocían como “El Pony”, tenía 31 años, gustaba de jugar basquetbol pese a su baja estatura. Tenía una hija de un año y desde hace ocho pasaba su vida entre Estados Unidos y México, pues cruzaba al país para trabajar en temporada y volvía con su familia.
Tenía contemplado volver en octubre, pero el sueño terminó con un accidente, su familia llora, pero también clama justicia, quieren que el conductor que causó el accidente –quien reconoció haber manejado bajo los efectos de las drogas– no salga de la cárcel, pues truncó ocho vidas y cambió la de varias familias para siempre.
“Quiero que se haga justicia, que ese hombre no salga por haberle arrebatado la vida a mi esposo”, expresó Azucena.
Cuando la empresa Cannon Farms llegó a la comunidad de Everardo a ofrecer visas de trabajo el panorama del joven se abrió, tenía planes para su esposa, su bebé y quería “echarle todas las ganas”, según narró su madre, Rosalina Hernández.
“Él fue un buen hijo, gran esposo, gran hermano. No tenemos ningún mal recuerdo de él, era muy alegre, era basquetbolista, pura de a tres metía. Fue siempre bien obediente a mis padres. Siempre iluminaba nuestros corazones con su sonrisa”, expresó su hermana, Norma Ventura.
Junto a la familia de Everardo lloran siete más, sus seres amados emprendieron un viaje que ahora saben es sin retorno, solo buscaban una vida mejor.
El accidente en Florida
La mañana del martes 14 de mayo un autobús con 53 migrantes se dirigía a una granja de sandías, girasoles y maíz dulce, de pronto el conductor chocó contra una camioneta Ford Ranger en West Highway 40, en Rainbow Springs Boulevard, Ocala; la unidad se salió de la carretera e impactó contra una valla antes de volcarse, según informó Noticias Univision.
El fatal accidente dejó un saldo de ocho trabajadores agrícolas muertos, además de más de 40 lesionados, seis de gravedad y tres en estado crítico. La Patrulla de Caminos de Florida adelantó que la investigación de los hechos podría ser larga.
Mientras tanto, Bryan Maclean Howard, el conductor de la camioneta que chocó contra el autobús fue detenido, permanece encarcelado sin derecho a fianza, pese a que se declaró inocente de conducir bajo los efectos del alcohol y de homicidio involuntario, de acuerdo con lo informado por AP.
Los investigadores informaron que tras el accidente, el hombre tenía los ojos inyectados de sangre y arrastraba las palabras, él asegura no recordar nada, pero dijo a los agentes que días antes chocó el coche de su madre contra un árbol al evitar un animal.
Además, agregó que el lunes por la noche tomó dos medicamentos anticonvulsivos, así como otros para la presión arterial alta, y finalmente reconoció que fumó aceite de marihuana.