Diamond Lynch murió en abril de 2021 debido a una intoxicación por fentanilo mientras se encontraba en su departamento de Washington DC, Estados Unidos, su caso se sumó a las 70 mil 601 muertes por sobredosis del potente opioide -según datos de la DEA- y evidenció una epidemia que a la fecha las autoridades norteamericanas siguen sin poder solucionar, pero que apuntan como responsable al Cártel de Sinaloa.
Diamond Lynch era una joven madre de 20 años que ingería Percocet -medicamento utilizado para aliviar el dolor moderado e intenso-, pero sin saberlo en noviembre de 2020 tomó una pastilla adulterada con fentanilo; aunque sobrevivió a la sobredosis, en abril de 2021 una nueva intoxicación acabó con su vida.
Cuando las alertas se encendieron en Estados Unidos, las autoridades apuntaron casi de manera inmediata a los cárteles mexicanos, en especial al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Sin embargo, aún hacía falta resolver una incógnita ¿Cómo llegaron las píldoras de fentanilo hasta Washington DC?
La ruta del fentanilo
La Agencia para el Control de Drogas (DEA) sabía desde décadas atrás de los vínculos del Cártel de Sinaloa con grupos criminales de Los Ángeles, California; además tenían ubicada a la frontera entre Tijuana y San Diego como uno de los puntos por donde cruzaba la mayoría de la droga.
Hacía falta saber quiénes eran los distribuidores y cómo enviaban el fentanilo del sur de la Costa Oeste hasta el norte de la Costa Este.
La respuesta obvia apuntaba a las pandillas locales y a los grandes mayoristas que por años habían servido a los cárteles mexicanos para enviar drogas a todo Estadios Unidos, principalmente a ciudades como Los Ángeles, Phoenix, Atlanta, Miami y Chicago, entre otros, pero en la ecuación faltaba las rutas y los canales de distribución.
De acuerdo con el último reporte de la DEA respecto a la amenaza de las drogas, los grandes distribuidores siguieron operando, pero también las ramas pequeñas de las pandillas comenzaron a utilizar redes sociales, plataformas digitales y aplicaciones como WhatsApp, Telegram, Signal, Wire, Wickr, Facebook, Intagram y Tik Tok para “promocionar sus productor mortales y reclutar mensajeros y distribuidores”.
Fue así como consiguieron que pandillas de Nueva York y otros estados comenzaran a distribuir el fentanilo en lugares donde antes no llegaban los tentáculos de los cárteles mexicanos. Con el tiempo, varias pandillas decidieron “independizarse” y pasaron de ser simples repartidores a grandes distribuidores.
El boom del fentanilo y el acecho al Cártel de Sinaloa
En respuesta al caso de Diamond Lynch y las decenas de miles de muertos por sobredosis de drogas en 2021 en Estados Unidos (153 mil 503), la DEA lanzó la Operación Última Milla para rastrear las operaciones criminales del Cártel de Sinaloa y CJNG en su territorio.
Más de 3 mil 300 pandilleros e integrantes de los cárteles mexicanos fueron arrestados en Estados Unidos entre el 1 de mayo de 2022 y el 1 de mayo de 2023; se les decomisaron cerca de 44 mil pastillas de fentanilo, más de 6 mil 500 libras de polvo de fentanilo, más de 91 mil libras de metanfetamina, cerca de 8 mil 500 armas y más de 100 millones de dólares.
Pese a los esfuerzos de las autoridades norteamericanas para frenar el trasiego de fentanilo y las muertos por sobredosis, entre 2022 y 2023 se documentaron 133 mil 224 muertes sólo por consumo del opioide; mientras que los decomisos pasaron de 7 mil 191 a 12 mil 792 y 14 mil 967 en los últimos tres años.
Además de responsabilizar al Cártel de Sinaloa como el principal traficante de fentanilo, la DEA afirmó que los pandilleros que contrata a menudo van armados para vender o trasladar las drogas, lo que también aumentó la violencia en las calles de Estados Unidos.
Por lo anterior, desde 2022 la agencia antidrogas apuntó a Los Chapitos -especialmente a Ovidio Guzmán López- como los responsables e iniciadores del trasiego de fentanilo. Sólo unos meses después (enero de 2023) el Gobierno de México capturó al hijo de El Chapo Guzmán y para septiembre pasado lograron su extradición; además la DEA tiene en su lista de los 10 más buscados a Iván Archivaldo Guzmán Salazar y a Óscar Noé Medina González: el primero, hermano de Ovidio; el segundo, jefe de seguridad de Los Chapitos.