Tallin, Estonia.- El director del Consejo Nacional de Seguridad de Rusia dijo el miércoles que Estados Unidos también es culpable del ataque perpetrado por hombres armados en una sala de conciertos de Moscú y en el que murieron 145 personas, aunque una filial del grupo extremista Estado Islámico reivindicó dicho ataque.
Desde el ataque del 22 de marzo en el Crocus City Hall, el más mortífero en suelo ruso en dos décadas, las autoridades, incluido el presidente Vladímir Putin, han afirmado repetidamente, sin pruebas, que fue organizado por Ucrania, que ha combatido la invasión rusa por más de dos años.
Una facción afiliada al grupo Estado Islámico reivindicó el ataque, mientras Kiev ha negado sistemáticamente su participación.
“Tratan de convencernos de que el ataque terrorista no fue cometido por el régimen de Kiev, sino por partidarios de la ideología islámica radical, quizás miembros de la rama afgana del grupo Estado Islámico”, dijo el director del consejo de seguridad Nikolai Patrushev en una reunión de consejos de seguridad de la Organización de Cooperación de Shanghái realizada en Astana, capital de Kazajistán. Dicha organización es un bloque regional económico y de seguridad de nueve países que incluye a China, India e Irán.
“Sin embargo, es mucho más importante establecer rápidamente quién es el cliente y patrocinador de este monstruoso crimen. Su rastro lleva a los servicios especiales ucranianos, pero todo el mundo sabe que el régimen de Kiev no es independiente y está completamente controlado por Estados Unidos”, dijo Patrushev.
El Ministerio de Emergencias de Rusia informó que el número de muertos en el ataque fue de 144, pero la defensora de los derechos infantiles Maria Lvova-Belova dijo el miércoles que seis niños heridos en el ataque habían muerto.
El atentado ocurrió dos semanas después de que la embajada de Estados Unidos en Rusia advirtió de reportes sobre planes de ataques terroristas contra objetivos públicos. El Departamento de Estado dijo que la información sobre posibles ataques se transmitió a las autoridades rusas.
El vocero de Putin, Dmitry Peskov, declinó hacer comentarios en una conferencia telefónica el miércoles sobre un informe del diario Washington Post, según el cual funcionarios estadounidenses identificaron específicamente al Crocus City Hall como un posible objetivo, diciendo que era asunto de los servicios de seguridad.
La vocera del ministerio de relaciones exteriores Maria Zakharova desestimó el informe y dijo a los periodistas en una reunión informativa que “realmente quisiera pedirles que reciban material factual sobre este tema del lado estadounidense. Es decir, cuándo y a quién le transmitieron esta información”.
También el miércoles, la fiscalía general de Rusia envió solicitudes de información a Estados Unidos, Alemania, Francia y Chipre sobre posible participación de países occidentales en ataques terroristas contra Rusia, informó la agencia noticiosa Tass.