Ciudad Juárez.– La frontera de El Paso con Ciudad Juárez ya cuenta cada vez con más alambrado a la altura del marcador internacional número 36, por lo que decenas de personas han comenzado a acampar a los alrededores.
Además del los barrotes de acero instalados por el expresidente Donald Trump, en las últimas semanas el gobierno del republicano Greg Abbott levantó una malla metálica rodeada de púas sobre el bordo estadounidense y en los últimos días otra malla y más rollos de concertina sobre el río Grande.
Los alambres obligan a algunas personas a caminar entre el agua y el lodo, mientras que otras acampan a más de cien metros de distancias, con la esperanza de llegar hasta los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso; sin embargo, la gran mayoría de quienes han logrado vencer los “muros de Abbott” son devueltos por la Guardia Nacional de Texas.
“Tenemos tres días aquí, intentando pasar”, “yo tengo 24 horas, aquí pasamos la noche”, narraron un migrante venezolano y un ecuatoriano quienes formaron un grupo con cinco personas más para seguir intentando hoy introducirse al vecino país.
Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) recorren también el bordo del río Bravo para pedirle a la gente que vaya a un albergue y busquen una cita a través de la aplicación móvil CBP One, pero la mayoría de los migrantes tienen miedo a ser detenidos en las calles de la ciudad y devueltos al sur de México.