En el Pacífico sur existe una amenaza de guerra debido a Taiwán. La República Popular China quiere anexionar la que considera una provincia renegada, por la fuerza de las armas, si es necesario.
En su informe a la Asamblea Popular, el primer ministro chino, Li Qiang, reiteró la determinación de Pekín de “impulsar resueltamente la reunificación de China”. Según Pekín, la amenaza potencial reside en el hecho de que la República de China, como se denomina oficialmente Taiwán, recibe garantías de seguridad de EE. UU. Cinco portaaviones estadounidenses patrullan actualmente en el Pacífico, según medios estadounidenses. Pero expertos creen que Pekín no solo va por el Estrecho de Taiwán , sino por el dominio de todo el Pacífico sur.
Con ese fin, Pekín estaría ampliando considerablemente su armada, aún débil. El punto más al sur del Mar de China Meridional está a unos 2.000 kilómetros del continente. Y Pekín quiere ampliar aún más su radio de acción, con sus portaaviones.
Dos portaaviones en servicio, otros dos en construcción
En la armada china operan dos portaaviones. El Liaoning (casco número 16), comprado por China a Ucrania en 1998 para usarlo como hotel, fue entregado en 2012 a la Armada china tras ser reconvertido en portaaviones. El otro, Shandong (número de casco 17) es una copia de producción nacional del Liaoning y navega en el Mar de China Meridional desde 2019.
El Fujian (número de casco 18) sigue actualmente en quilla en un astillero de Shanghái. Al igual que sus dos predecesores, tiene propulsión convencional. Se espera que el portaaviones entre en servicio en 2025. China estaría construyendo un cuarto portaaviones. “No tengo conocimiento de ninguna dificultad técnica con este cuarto portaaviones”, confirmó indirectamente los rumores el almirante Yuan Huazhi a una periodista de Hong Kong al margen de la Asamblea Popular Nacional.
A la pregunta de si el portaaviones ya estaría equipado con propulsión nuclear, el responsable político de más alto rango de la Armada china respondió evasivamente: “Informaremos al público a su debido tiempo”. Sin embargo, el presunto número de identificación del barco 19 sigue sin ser mencionado en la prensa oficial.
¿Dos portaaviones nucleares más?
Antes del inicio de la Asamblea Popular, los medios de Hong Kong y Taiwán informaron unánimemente que se habían construido otros dos portaaviones de propulsión nuclear con los números de casco 20 y 21, simultáneamente en dos astilleros. Cada uno tiene dos reactores de sales líquidas de torio que generan energía mediante fisión nuclear, dijeron.
“Estamos construyendo portaaviones, no para compararnos con Estados Unidos; y desde luego no para hacer la guerra a Estados Unidos. Queremos usarlos para defender nuestra soberanía e integridad territorial”, dijo el almirante Yuan Huazhi, dando la versión oficial sobre el asunto.
A diferencia de algunas democracias occidentales, en el pleno de la Asamblea Popular Nacional no se hacen preguntas incómodas. Allí, en el Gran Salón del Pueblo, se evidencia la firme ambición de China de convertirse en una superpotencia militar regional.
Aumento del gasto militar chino
En 2024, el gasto militar absoluto de China aumentará un 7.2% respecto de 2023, hasta alcanzar el equivalente a 215,500 millones de euros. Y si la economía alcanzara un crecimiento del 5% en el año en curso, el presupuesto para defensa representaría el 1,2% del PIB. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), esta cifra sitúa a China en el segundo puesto mundial en gasto de defensa, después de Estados Unidos.
Con los portaaviones de propulsión nuclear, “una armada moderna ya no necesita cadenas de islas como bases de aprovisionamiento para repostar a fin de controlar el vasto Pacífico”, dice Charles Martin-Shields, del Instituto Alemán de Desarrollo. Una de las razones del aumento de las tensiones militares, según los expertos, es que William Lai Ching-te, crítico con China, asumirá la presidencia de Taipéi en mayo.
“En principio, ni China ni Estados Unidos están interesados en un conflicto militar”, afirma, por su parte, Hanna Gers, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores. “Personalmente, creo que los bloqueos económicos son más probables. Pero también sé que aquí se discuten todos los escenarios posibles”.
Los portaaviones chinos siguen navegando en sus propias aguas. Pero el almirante Yuan ya insinúa que la armada china podría dirigirse pronto hacia objetivos lejanos. Y China podría probar su capacidad militar en la crisis en Oriente Medio.