Mientras que la frontera sur de Estados Unidos, que limita con México, acapara los titulares y el foco de la crisis migratoria que ha alcanzado cifras récord en los últimos años, los pasos ilegales en otros puntos del país también se han incrementado considerablemente en meses recientes. Uno de ellos es la extensa frontera norte canadiense, donde al parecer prospera una operación de tráfico de migrantes.
Residentes de Swanton, Vermont, una ciudad de aproximadamente 6.500 habitantes ubicada justo al otro lado del lago Champlain desde Nueva York y a unos 10 minutos en auto de la frontera canadiense, han estado viendo cómo los cruces de migrantes ilegales son cada vez más frecuentes y numerosos.
Los abundantes bosques de la ciudad hacen de la frondosa aldea un lugar ideal para los cazadores, pero también proporcionan un amplio camuflaje para los contrabandistas, que mantienen en alerta a los residentes.
Uno de los habitantes de esta pequeña ciudad Chris Feeley, de 52 años, contó al New York Post que muchos residentes se han convertido en una especie de detectives para ayudar a las autoridades a localizar a los migrantes que llevan al país por esta zona de la frontera norte.
Según datos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el número de migrantes que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos por la frontera norte el año pasado superó los 12,200, un aumento del 240% con respecto a 2022.
De ellos, alrededor del 70% de los cruces ilegales se realizaron a lo largo del sector Swanton de 295 millas, que incluye el norte del estado de Nueva York, New Hampshire y Vermont.
Sin embargo, los 2,4 millones de encuentros de migrantes registrados en 2023 a lo largo de la frontera sur eclipsan a la cifra de ingresos a través del norte.
Expertos explicaron que el incremento de ingresos por la frontera norte se debe a que muchos de los migrantes que llegan a México con la intención de pedir asilo en Estados Unidos tienen dinero suficiente para un boleto de avión de 350 dólares de ida desde Ciudad de México o Cancún a Montreal o Toronto en Canadá. Desde allí pueden cruzar la frontera y es menos probable que las autoridades los atrapen, a diferencia de los conocidos pasos en el sur.
La frontera entre Estados Unidos y Canadá es casi tres veces más larga que la frontera con México, y los puertos de entrada a menudo carecen de personal suficiente, ya que la CBP dirige la mayor parte de sus recursos al aumento de migrantes en la frontera sur.
Feeley le dijo a The Post que desde hace tres años comenzó a detectar grupos de migrantes desde un punto en una granja local donde suele cazar, ubicada en un área alrededor de la frontera canadiense, que se encuentra a sólo 250 metros. Incluso, empezó a hacerle seguimiento a la situación con una cámara automatizada y así poder avisar a oficiales de la CBP cada vez que detecta algún cruce.
El hombre aseguró que agentes de la Patrulla Fronteriza le recomendaron llevar un arma consigo para protegerse cuando transita por los bosques del área.
“La Patrulla Fronteriza nos dijo: ‘Quizás quieran poner una pistola en su mochila’ porque nueve de cada 10 de ellos están aquí simplemente para tener una vida mejor, pero hay un tipo que tiene antecedentes penales”, declaró.
Feeley estimó que su cámara de rastreo detecta a los migrantes atravesando el bosque “al menos una vez por semana”, y el tráfico aumenta significativamente durante los meses más cálidos.
Dijo que incluso capturó instantáneas de lo que cree que es un coyote contrabandista, un hombre al que vio pasar junto a la cámara mientras lideraba grupos de cuatro o más migrantes hacia Estados Unidos, para regresar solo poco tiempo después.
Afirmó que los después de que los migrantes son guiados por el bosque, normalmente son recogidos por vehículos privados que esperan en una tranquila carretera rural cercana, que sólo tiene tres casas en toda la calle.
Kaitlynn Pease, de 22 años, es bombera voluntaria en la ciudad de Alburgh, que está a unos 20 minutos en coche de Swanton, y subdirectora de la gasolinera Jolley Quick Stop en el lado de Vermont del lago Champlain, a sólo tres cuartos de milla de la frontera canadiense.
La joven confirmó que el estacionamiento de la estación de servicio rural es un sitio de encuentro recurrente de los migrantes ilegales con vehículos que suelen llevar placas de otros estados como Nueva Jersey y Massachusetts.
Dijo que los conductores generalmente entran a la tienda y compran algo para parecer menos sospechosos, luego esperan de 15 a 20 minutos hasta que se llene el estacionamiento antes de partir con sus pasajeros migrantes.
Durante enero, CBP reportó 124,220 detenciones de imigrantes que intentaron cruzar hacia EE.UU. desde México entre puertos de entrada en la frontera.
“Como resultado de las tendencias estacionales, así como de los esfuerzos mejorados de aplicación de la ley por parte de los hombres y mujeres de CBP y nuestros socios internacionales, los encuentros en la frontera suroeste entre los puertos de entrada disminuyeron en un 50% en enero. Seguimos experimentando serios desafíos a lo largo de nuestra frontera que sobrepasan la capacidad del sistema de inmigración”, dijo Troy A. Miller, alto funcionario que desempeña las funciones del comisionado.
Las personas de nacionalidad mexicana representaron poco menos de la mitad de las detenciones, con 46,274 arrestos reportados a CBP. Le siguieron los guatemaltecos, con 19,572 detenciones y en tercer lugar los ecuatorianos, con 7,602 arrestos.