La Marcha de Xóchitl Gálvez para mostrar músculo fue realmente un éxito. Y la guerra de las cifras es como siempre, los que la minimizan y los que la magnifican.
De la parte oficialista, es decir desde Morena dicen que fueron alrededor de 100 mil las personas que llegaron hasta el zócalo de la Ciudad de México. Pero es curioso, que cuando Morena llena el zócalo dice que caben un millón de personas, pero cuando lo llenan los de oposición, caben sólo cien mil.
Desde otros contadores más independientes se calculó en 700 mil personas, como lo publicaron los medios.
Lo curioso es que la Marea Rosa en el New York Times dijeron que fue como de cien mil personas, literalmente, en su encabezado.
Más allá de las cantidades, es el hecho de que un periódico estadounidense, representante de los grupos de poder de Estados Unidos y que mueven a México y a toda América Latina, le estén dando la espalda a Xóchitl.
En lo personal, estoy convencido, de que los mexicanos nos podemos agarrar a balazos para decidir quién será el Presidente de México, pero al final los poderes fácticos, económicos y políticos de Estados Unidos, son quienes deciden qué tipo de Presidente necesitan. Ya sea de derecha, de izquierda o de centro.
Los gringos han puesto a todos y cada uno de los Presidentes de México de la era moderna, dependiendo de lo que necesiten. Pusieron a Gustavo Díaz Ordaz, porque necesitaban frenar la ola de izquierda en México. Los gringos permitieron o impusieron a Andrés Manuel López Obrador, porque promovieron una ola de gobernantes de izquierda en América Latina. La moda, con el fin de una estrategia política global.
El Gobierno de Washington igual pone gobiernos de izquierda, como el de Cuba; que de derecha, como a Pinochet, Noriega, o fomenta monarquías y dictaduras como las árabes… Todo depende de las necesidades geopolíticas.
Se necesita ser muy crédulo o ignorante de la historia para pensar que somos libres y soberanos. Nuestro petróleo, nuestro oro, nuestra plata, todo es de los gringos, del Deep State que nos gobierna. ¿Cuál independencia?
Retomando el caso de la Marcha Rosa, es muy sintomático que el New York Times le da la espalda a Xóchitl Gálvez con la historia de que apenas fueron cien mil personas en la marcha del zócalo.
Honestamente yo me inclino por los 700 mil que dicen periódicos mexicanos y observadores independientes… Peeeeero, hay que leer la prensa gringa, que es la que manda.
LAS MENTIRAS
La verdad, estoy convencido de que todos los políticos nos tienen en un espejismo de democracia. Al Instituto Nacional Electoral (INE) lo usaron panistas y priístas para legalizar los fraudes; pero de igual manera los quiere usar Morena para perpetuarse en el poder.
Quedarse eternamente en el poder es una tentación de todos los gobernantes. Ni el PRI, ni el PAN, nos van a dar lecciones de democracia. Con un siglo de gobernar a México entre ambos partidos, y luego que nos creamos los discursos de democracia, tendríamos que estar dementes o tarados.
Ni siquiera los leo, ni los tomo en cuenta para mi cultura personal, la verdad.
Pretenden decirnos que es un movimiento ciudadano, cuando sus líderes, Claudio Xicoténcatl González, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, son unos leperazos de marca, unos pillos de siete suelas. Y todavía hay que creerles.
Durante la protesta llamaron narco al Peje, cuando tienen al súperpolicía mexicano, cómplice de Felipe Calderón, vicepresidente de facto en México, Genaro García Luna a punto de ser sentenciado por narcotráfico en Estados Unidos. ¿Cuántas cosas sabrá el Gobierno de EU sobre Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, Vicente Fox con lo que ha cantado García Luna..?
Dependiendo de qué Presidente quieran, así vendrá la sentencia contra García Luna… Y esto no quiere decir que defendamos a AMLO, porque contra él también tienen sus cartitas.
Quizá vivimos en un narcogobierno… pero desde hace 50 años o más. No hay nada nuevo bajo el sol. Y los gringos harán sus jugadas con los expedientes, dependiendo de los arreglos con AMLO y de lo que necesiten. Recuerden la liberación del General Salvador Cienfuegos. Eso es sólo una probadita de los arreglos que hay.
No sudemos calenturas ajenas, que la decisión sobre nuestro próximo Presidente está en Washingon, en los bancos de Estados Unidos, en Wall Street, no en las urnas, ni en el zócalo. Así es nuestra triste vida… Y lo más cabrón es que no nos demos cuenta. Saludos.
