América Latina se moviliza, la violencia, pobreza e incluso persecuciones políticas han hecho salir a las personas de distintos países a buscar una nueva vida en Estados Unidos, lejos de todo aquello que los amenaza y en el cual el narco ha tenido mucho que ver, quintuplicando así las solicitudes de asilo.
Si bien la migración es un fenómeno que ha ocurrido durante toda la historia de la humanidad, el flujo actual de personas que buscan llegar a Estados Unidos no tiene precedentes.
En el caso específico de México la situación está influenciada por un tema que marca la vida de los habitantes de dicho país: el crimen organizado. Y es que las noticias de los horrores que el narco deja a su paso por todo el territorio son conocidas mundialmente.
El diario Milenio realizó un reportaje especial indicando que los solicitantes de asilo argumentan terror a la tortura, persecución, acoso, riesgo de secuestros y extorsiones que ejercen diversas organizaciones del crimen organizado.
Ante dicha realidad, la cantidad de mexicanos que solicitaron refugio en Estados Unidos se disparó en proporciones abrumadoras, según información obtenida de las oficinas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) y Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, la cual revela que las peticiones de asilo por un recurso llamado ‘Claims of Credible Fear’ (Miedo creíble) aumentaron 564 por ciento entre 2022 y 2023.
El “miedo creíble” forma parte de la ley de asilo estadounidense. Por medio de este mecanismo una persona que demuestra un riesgo patente de regresar a su país de origen no puede ser deportada de los Estados Unidos hasta que se procese su caso, pero también es uno de los procedimientos más complejos por los requisitos que impone, pues antes hay que sortear varios interrogatorios de agentes aduanales y migratorios.
¿Procede?
Argumentar no es algo que las autoridades estadounidenses tomen como fiable, ellas piden que se demuestre, algo que aplica para todos los solicitantes de asilo que han sido amenazados por distintas razones. En el caso del narco las amenazas pueden ser constantes, pero la situación puede cambiar de un momento a otro.
De acuerdo con Milenio, las extorsiones y cobros de piso son las más comunes, pero algunos casos son dramáticos y puso el ejemplo de una mujer que huyó de Ciudad Juárez. Después de que secuestraran a su hijo y pagara el rescate para su liberación, no se investigó el hecho por los nexos de la policía con el crimen organizado.
La violencia también la viven con los agentes de inmigración, quienes les dicen a los solicitantes que ellos crean sus propios problemas y luego quieren que se los resuelvan, acto seguido los mandan de regreso a su país a arreglar lo que tienen con el crimen organizado.
Pero con el narco no se arregla nada, generalmente la vida es el pago de confrontarlos. Las cifras de quienes logran obtener asilo por miedo creíble son desalentadoras, de alrededor de 1,600 solicitudes solo se admiten 160, es decir, el 10% de ellas.
Así, los mexicanos se quedan en las fronteras esperando asilo para salvar sus vidas, lejos de su tierra, de sus seres queridos y de la amenaza del narco.
