Una caravana de vehículos con estadounidenses que se oponen a la migración ilegal tiene previsto concentrarse el sábado en tres puntos cercanos a la frontera entre Estados Unidos y México.
Sin embargo, los detractores de la caravana temen que pueda avivar el sentimiento antiinmigración en un momento de enconadas disputas políticas sobre la frontera y un elevado número de cruces de inmigrantes.
La caravana “Recuperemos nuestra frontera” partió desde Virginia esta semana y tiene previsto celebrar actos cerca de Eagle Pass, Texas, donde se está produciendo un enfrentamiento entre las autoridades estatales y federales sobre la seguridad fronteriza, así como en Yuma, Arizona, y San Ysidro, California.
Dos camioneros que encabezaron etapas de la caravana —Vincent Saben, de Massachusetts, y Kip Coltrin, de Louisiana— estimaron que hasta el jueves por la mañana habían participado entre 70 y 300 vehículos. Reuters no pudo verificar las cifras de forma independiente.
La caravana espera llamar más la atención sobre la seguridad fronteriza, ya que el número de migrantes atrapados cruzando ilegalmente a Estados Unidos ha alcanzado máximos históricos bajo la presidencia de Joe Biden, un demócrata que busca la reelección en noviembre. Los republicanos, incluido el expresidente Donald Trump, principal aspirante a la nominación presidencial del partido, han pedido políticas más restrictivas y han tratado de motivar a sus votantes con este tema.
Eagle Pass se ha convertido en un punto álgido en una disputa entre la Casa Blanca y el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, sobre las competencias federales y estatales para hacer frente a la inmigración ilegal. Texas ha desplegado tropas de la Guardia Nacional en la frontera y ha colocado concertinas y boyas flotantes en el río Bravo para disuadir a los migrantes de cruzar la frontera, lo que ha provocado disputas jurídicas y políticas con el gobierno de Biden.
En otro acto de alto nivel en Eagle Pass, previsto para el domingo, Abbott comparecerá junto con 14 gobernadores republicanos para defender las medidas de control fronterizo del estado.
El Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos no respondió a la petición de comentarios sobre la caravana.
Una encuesta de Reuters/Ipsos de finales de enero reveló una creciente preocupación por la migración entre los estadounidenses, con los republicanos situándola como el principal problema.
Trump ha hecho de la migración un punto clave de su campaña de reelección y ha desatado la polémica al decir en repetidas ocasiones que los migrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos están “envenenando la sangre de nuestro país“, un lenguaje que ha suscitado críticas por xenófobo y por recordar la retórica nazi.
Difusión en internet
Los detalles sobre la caravana han resonado en los medios de comunicación de derechas, amplificados por figuras de alto perfil como el expresentador de Fox News Tucker Carlson y el fundador de Infowars y teórico de la conspiración Alex Jones. Los participantes y simpatizantes han organizado y promovido la caravana en las redes sociales y en grupos de chat, incluido el canal de Telegram “Recuperemos nuestra frontera”, que hasta el jueves contaba con más de 4 mil 400 miembros.
Un video de promoción de la caravana comienza con “Advertencia: Alerta de invasión“, y los organizadores y asesores han enmarcado la acción en términos religiosos, a veces apocalípticos, describiendo la caravana en una entrevista transmitida en la plataforma de video en línea Rumble como “la visión de Dios” y los cruces ilegales de la frontera como “la mayor batalla espiritual que el mundo haya visto jamás”.
Coltrin dijo que el evento pretendía ser pacífico y que los organizadores esperaban una “fuerte” presencia de las fuerzas del orden en las concentraciones. “Si los migrantes cruzan, eso no es asunto de la caravana“, dijo, y añadió que, aunque algunos participantes podrían ir armados, Texas es un estado de “porte abierto de armas”.
Stephen Piggott, experto en extremismo de derechas de la organización sin ánimo de lucro Western States Center, dijo que le preocupa que la caravana y la atención que ha generado puedan incitar a más personas a actuar contra los inmigrantes o los grupos que les ayudan, independientemente del número de personas que acudan a la concentración.
En 2022, un “Convoy del Pueblo” similar, formado por más de mil vehículos, viajó desde California hasta las afueras de Washington, D.C., como parte de una protesta contra las restricciones impuestas para frenar la propagación de la Covid-19.
El representante republicano Tony Gonzales, cuyo distrito incluye Eagle Pass, dijo a Reuters que entiende que muchos estadounidenses estén frustrados por cuestiones fronterizas, pero que no se unirá a la manifestación del sábado.
“Los que vivimos en la frontera, los que trabajamos en la frontera, estamos agotados”, dijo Gonzales. “Hace tres años, nadie sabía que Eagle Pass existía. Y ahora está en las noticias todos los días. Y muchos de nosotros, todos nosotros, sólo queremos recuperar nuestras vidas”.
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