LA HAYA, Holanda — El máximo tribunal de Naciones Unidas dictaminó que Israel debe intentar limitar las muertes y los daños causados por su ofensiva militar en Gaza, pero no ordenó un alto el fuego en una causa que acusa al Estado judío de cometer genocidio en el pequeño enclave costero.
Sudáfrica presentó el caso, que va al meollo de uno de los conflictos más difíciles del mundo, y había pedido al tribunal que ordenara a Israel que detuviera su operación.
Si bien el fallo no llegó a eso, representó una abrumadora reprimenda a la conducta de Israel en tiempos de guerra y se suma a la creciente presión internacional para detener una ofensiva que ha matado a más de 26 mil palestinos, diezmado vastas franjas de Gaza y expulsado a casi el 85% de sus 2,3 millones de habitantes de sus hogares.
En el muy esperado fallo de un panel de 17 jueces, la Corte Internacional de Justicia decidió no desestimar el caso y ordenó seis de las llamadas medidas provisionales para proteger a los palestinos en Gaza.
Muchas de las medidas fueron aprobadas por una abrumadora mayoría de los jueces. Un juez israelí votó a favor de dos de las seis.
“La corte tiene plena conciencia de la magnitud de la tragedia humana que se desarrolla en la región y está profundamente preocupada por la continua pérdida de vidas y el sufrimiento”, dijo la magistrada Joan E. Donoghue, presidenta del tribunal.
Las medidas provisionales del tribunal mundial son jurídicamente vinculantes, pero no está claro si Israel las cumplirá.
Después del fallo, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu rechazó las acusaciones de genocidio calificándolas de “escandalosas” y prometió seguir adelante con la guerra.
“Seguiremos haciendo lo que sea necesario para defender a nuestro país y defender a nuestro pueblo”, afirmó.
Con todo, la decisión del viernes es sólo interina; la causa iniciada por Sudáfrica podría tomar varios años. Israel rechaza la acusación de genocidio y había pedido a la corte que la desestimara.
Mientras se desarrolla el juicio, Sudáfrica ha pedido a los jueces, por tratarse de un asunto “de extrema urgencia”, que imponga las llamadas medidas provisorias para proteger a los palestinos en Gaza.
Encabeza la lista sudafricana un pedido de que la corte ordene a Israel que “suspenda inmediatamente sus operaciones en y contra Gaza”. Pide también que Israel tome “medidas razonables” para prevenir el genocidio y permitir el acceso a la ayuda, que se necesita con desesperación.
El tribunal dictaminó que Israel debe abstenerse de matar palestinos o causarles daño y que necesita urgentemente hacer llegar ayuda básica a la población de Gaza. También dictaminó que Israel debe prevenir y castigar cualquier incitación al genocidio, entre otras medidas.
El Ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riyadh Maliki, aplaudió “la importante orden”.
El vocero del gobierno israelí, Eylon Levy, dijo el jueves que Israel esperaba que la corte desestimara las “acusaciones espurias y engañosas”.
Israel suele boicotear los tribunales internacionales y las investigaciones de la ONU por considerarlas injustas y prejuiciosas. Pero esta vez tomó la medida inusual de enviar un equipo legal de alto nivel, señal de la seriedad con que encara la causa y probablemente el temor de que una orden judicial de detener las operaciones afecte seriamente su posición a nivel internacional.
Un funcionario israelí dijo que Netanyahu se reunió el jueves con altos funcionarios legales, diplomáticos y de seguridad antes del fallo. Subrayó que Israel confía en su causa, pero ha discutido “todos los escenarios”. El funcionario habló bajo la condición de anonimato por tratarse de reuniones confidenciales.
Israel lanzó su masivo ataque aéreo y terrestre contra Gaza después que milicianos de Hamás irrumpieran en comunidades israelíes el 7 de octubre, matando a unas mil personas, principalmente civiles, y secuestrando a otras 250.
Más de 26.000 palestinos han muerto, informó el viernes el Ministerio de Salud en el enclave dirigido por Hamás. El Ministerio no diferencia entre combatientes y civiles en su cifra de muertos, pero ha señalado que alrededor de dos tercios de los muertos eran mujeres y niños.
El ejército israelí afirma que al menos 9.000 de los muertos en el conflicto de casi cuatro meses son integrantes de Hamás.