El presidente Joe Biden se dirigió al Congreso el viernes pidiendo que se apruebe un proyecto de ley que otorgaría financiamiento de emergencia para garantizar la seguridad en la frontera y que impone mayores restricciones migratorias en la frontera sur de Estados Unidos e incluye presupuestos para brindar ayuda a Ucrania, Israel y otros países.
Biden utilizó en su carta a los legisladores su lenguaje más severo sobre la frontera, declarándola “rota” y en “crisis” y prometió detener la migración de inmediato si el Congreso le envía la propuesta.
Biden pidió a los legisladores aprobar el acuerdo de bipartidista de seguridad e inmigración, que está siendo negociado en el Senado para “abordar la situación en la frontera”.
“Si se toman en serio la crisis fronteriza, aprueben un proyecto de ley bipartidista y yo lo firmaré”, aseguró el presidente.
Un grupo de senadores republicanos y demócratas negocia desde hace dos meses un proyecto de ley que busca imponer duras restricciones a la inmigración y que se ha presentado como un requisito a cumplir a cambio de aprobar un nuevo desembolso de fondos para financiar la ayuda a Ucrania.
Pero el proyecto no cuenta con el apoyo requerido en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, para ser aprobado.
En una carta publicada también el viernes, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, afirmó que el proyecto de ley que se está negociando ahora mismo “morirá” al llegar a la Cámara de Representantes.
“Desde el día en que me convertí en presidente, he asegurado a nuestros colegas del Senado que la Cámara no aceptaría ninguna contrapropuesta si no resolviera realmente los problemas creados por las políticas subversivas de la administración (en la frontera)”, agregó Johnson.
McConnell ha insistido en que un acuerdo migratorio será esencial para avanzar con el plan de $106,000 millones de dólares solicitados por el presidente Joe Biden para Ucrania, Israel y el Indo-Pacífico, el mismo paquete que también incluye los fondos para la seguridad fronteriza.
Aún no se conoce públicamente el contenido de la medida bipartidista que se negocia en el Senado, pero en las reuniones para sacarla adelante se ha propuesto reanudar las expulsiones en caliente en la frontera y expandir la capacidad del gobierno para deportar a migrantes, entre otras medidas restrictivas, según han informado fuentes cercanas a las discusiones.
La Casa Blanca no ha confirmado estas filtraciones, pero sí ha señalado que Biden está “abierto a compromisos” si los negociadores logran reunir los apoyos suficientes.
“Lo que se ha negociado, si se convierte en ley, sería el conjunto de reformas más duras y justas para asegurar la frontera que jamás hayamos tenido en nuestro país”, dijo Biden el viernes. “Me daría, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se vea abrumada. Y si me dieran esa autoridad, la usaría el día que firme el proyecto de ley”.
“El Congreso necesita finalmente proporcionar los fondos que solicité en octubre para asegurar la frontera. Esto incluye 1,300 agentes de la patrulla fronteriza adicionales, 375 jueces de inmigración, 1,600 oficiales de asilo y más de 100 máquinas de inspección de última generación para ayudar a detectar y detener el fentanilo en nuestra frontera suroeste”, dijo Biden en su carta a los senadores.
Y destacó: “Para todos los que exigen un control fronterizo más estricto, esta es la manera de hacerlo”.