Al considerar que es una decisión que no se toma “a la ligera”, el gobierno del presidente Joe Biden celebró la reapertura de cuatro cruces fronterizos entre Estados Unidos y México, pero reconoce que hay una evaluación constante del flujo migratorio que podría llevar a nuevos cierres.
“[El cierre se hizo] en base en los flujos migratorios que habíamos visto en la frontera. Es una decisión, no la tomamos levemente, sabemos muy bien y reconocemos el impacto económico para ambos países y más allá de eso, el impacto tremendo para las comunidades fronterizas en ambos países”, dijo en entrevista Blas Núñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
A mediados de diciembre pasado, debido al aumento en la llegada de inmigrantes que intentaron cruzar la frontera en forma irregular, el DHS decidió cerrar los cruces en el Eagle Pass International Bridge 1, en Texas; el cruce peatonal de San Ysidro, en San Diego, California; el puerto de entrada Lukeville, en Arizona, y el Morely Gate en Nogales, Arizona.
Luego de una reunión a finales de diciembre pasado entre altos funcionarios de la Administración Biden, incluidos los secretarios de Estado, Antony Blinken, y de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se decidió la reapertura de los cruces a partir del 4 de enero del 2024.
“[Decidimos] en base en lo que hemos visto en reducción del flujo migratorio en las últimas dos semanas, que puede tener algo que ver con el tiempo del año”, dijo Núñez-Neto. “Pero también tiene que ver con unas acciones coordinadas que está tomando el Gobierno de México con, obviamente, nuestras agencias en la frontera”.
El funcionario agregó que la decisión de cerrar obedecía a asuntos de seguridad nacional y sanitaria.
“Lo que hemos visto es que cuando tenemos flujos migratorios muy elevados necesitamos reforzar las operaciones de la Patrulla Fronteriza, para no tener problemas sanitarios u otro tipo de problemas en la frontera”, justificó.
El impacto económico
En 2023, México se consolidó como el principal socio comercial de Estados Unidos con una participación de 15.7% en el total de intercambios de mercancías que los estadounidenses realizan en total.
El cierre de los cruces tuvo un impacto económico, pero Núñez-Neto dijo no tener el dato específico sobre las afectaciones de casi un mes de cierres.
“Tenemos consciencia ese impacto económico y la disrupción que es para las personas que viven en ambos lados de la frontera”, reconoció. “No es una decisión que la tomamos sin pensar, sin considerar todos esos factores. Nos urge reabrir los cruces fronterizos lo antes posible”.
Entre México y EE.UU. cruzan distintos productos, como alimentos –frutas, verduras y envasados–, combustibles, autopartes, entre otros.
Evaluación de flujos migratorios
Núñez-Neto reconoció que es posible que otros cierres, pero eso dependerá de los flujos migratorios. Según recientes reportes los encuentros con inmigrantes bajaron a 4,000 personas por día, cuando en diciembre se reportaron hasta 10,000.
“Obviamente la situación migratoria y la situación en la frontera es muy dinámica”, dijo. “Hemos visto los flujos aumentar y disminuir en diferentes épocas en los últimos años. Es algo que monitoreamos constantemente”.
El funcionario agregó que hay una coordinación constante con el Gobierno de México, para tomar decisiones conjuntas.
“Estamos en forma constante en contacto con nuestras contrapartes en el Gobierno de México también y vamos a tener que ver cómo siguen las cosas en la frontera y en base en lo que vemos tenemos que tomar decisiones”, reconoció.
Núñez-Neto recordó que de mayo a diciembre pasados se han expulsado a más de 460,000 inmigrantes que no tienen una base legal de estancia en EE.UU.
“Es un récord para el periodo de tiempo”, destacó.
Un mensaje a los republicanos
La reapertura de los cuatro cruces fronterizos coincide con la visita de un grupo de 60 congresistas republicanos, liderados por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (Louisiana), para monitorear las acciones migratorias de la Administración Biden.
Cuestionado al respecto, el subsecretario Núñez-Neto, dijo que los republicanos deberían considerar la aprobación de los $14,000 millones de dólares complementarios solicitados para la frontera.
“Lo que yo les diría a nuestros colegas republicanos que van a estar en la frontera es que necesitan ser parte de estos retos que estamos viendo“, dijo. “Espero que vayan a ver el trabajo increíble que están haciendo los hombres y mujeres que trabajan en la frontera […] con este reto que hemos visto, ya no sólo en esta administración, pero en administraciones de ambos partidos políticos desde hace una década en la frontera”.
Además de los fondos, el funcionario dijo que el Congreso necesita aprobar una reforma migratoria.
“Falta de inversión que hemos visto del Congreso en la frontera, tenemos pendiente en el Congreso un pedido para apropiaciones de emergencia para reforzar las operaciones de la Patrulla Fronteriza y también en los puntos de entrada”, dijo. “Hay una necesidad enorme para los fondos que hemos pedido, pero más allá de eso, necesitamos que el Congreso modernice nuestras leyes de inmigración y de asilo”.