En paralelo a la polémica Ley SB4 de Texas, la cual convierte en delito estatal la entrada irregular al territorio y permite a las autoridades locales arrestar y deportar migrantes, y que fue promulgada el pasado lunes por el gobernador del estado, Greg Abbott, ahora más de 100 migrantes, entre los que se encuentran varios niños, fueron llevados en un avión privado desde Texas al aeropuerto O’Hare de Chicago.
El vuelo supone el primer envío de migrantes en avión por parte de Texas a la ciudad que afronta una crisis por el mayor flujo de extranjeros que ha llegado a la zona.
El estado de Florida ya había usado sus recursos para enviar por vía aérea a migrantes a Martha’s Vineyard (Massachusetts) y Sacramento (California).
El avión aterrizó la noche del martes, según dijo un portavoz de la ciudad de Chicago en un comunicado citado por la cadena ABC.
La aeronave fue fletada por el Departamento de Manejo de Emergencias de Texas como parte del operativo Estrella Solitaria establecido por el gobernador republicano Greg Abbott y con el que ha transportado a más de 80,000 migrantes a ciudades demócratas.
Chicago ha recibido a más de 23,800 migrantes desde agosto de 2022 en 607 buses enviados.
El aeropuerto O’Hare, al igual que las estaciones de policía de Chicago, se han convertido en refugio temporal para los cientos de recién llegados. Este miércoles había 300 alojados en las salas, según el reporte de ABC.
La oficina del alcalde Brandon Johnson enfrenta una carrera contrarreloj para dar refugio a los migrantes en condiciones seguras.
Según datos de The San Diego Union-Tribune, desde abril de 2022, el gobernador de Texas ordenó a funcionarios del estado que comenzaran a enviar a migrantes en autobuses hacia ciudades con gobiernos demócratas. Desde entonces, más de 80,000 migrantes han sido reubicados de esta forma como parte de la misión de seguridad fronteriza de Abbott conocida como Operación Estrella Solitaria.
El pasado domingo un niño de 5 años, albergado en el refugio de Pilsen, murió tras ser llevado al hospital. Las autoridades de la ciudad abrieron una investigación sobre las causas de la muerte del pequeño.
El pasado lunes el Departamento de Bomberos de Chicago informó que transportó desde el mismo refugio a cinco personas con fiebre en casos separados. Entre los enfermos había niños de 1, 4, 8 y 9 años.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, fue cuestionado por las supuestas malas condiciones reportadas en el refugio de Pilsen, un antiguo almacén de seis pisos que alberga a unos 2,300 inmigrantes.
Desde hace semanas se dio a conocer que Chicago vive una crisis humanitaria, debido a que los refugios de la ciudad pasaron de alojar unas 2,600 personas a principios de 2022 a más de 12,000 actualmente. Y alrededor de 1.250 migrantes más están esperando ser trasladados a uno.
La llegada masiva de migrantes a Chicago, en su gran mayoría venezolanos, comenzó en septiembre del año pasado.
Tal fenómeno se acentuó cuando Texas, adonde muchos migrantes llegan luego de cruzar la frontera con México, empezó a enviar autobuses llenos de migrantes a las llamadas ciudades santuario, como Nueva York, Washington y Chicago, gobernadas por demócratas.
En las ciudades y los estados santuario las autoridades no persiguen estrictamente a las personas que están en una situación migratoria irregular y les ofrecen alguna ayuda.