El expresidente Donald Trump redobló el uso de un lenguaje de odio condenado por sus vínculos con la retórica supremacista blanca, diciendo en un evento de campaña en New Hampshire el sábado que los inmigrantes están “envenenando la sangre de nuestro país”.
Sus comentarios marcan otro ejemplo en el que Trump utiliza una retórica cada vez más violenta en sus mensajes de campaña para las elecciones de 2024.
Trump dijo el sábado a una multitud reunida en Durham, New Hampshire, que inmigrantes “de todo el mundo” están “llegando al país” y que “están envenenando la sangre de nuestro país. Eso es lo que han hecho”, dijo Trump.
“Envenenan instituciones mentales y prisiones en todo el mundo, no sólo en América del Sur… sino en todo el mundo. Están llegando a nuestro país, desde África, desde Asia, desde todo el mundo”, reiterando una frase que usó anteriormente y que provocó protestas de la Liga Antidifamación (ADL) en octubre, cuando Trump las usó por primera vez.
Tras el uso de la frase sobre los inmigrantes de todo el mundo que “están envenenando la sangre de nuestro país” por parte de Trump en octubre, el director ejecutivo de ADL, Jonathan Greenblatt, vinculó su lenguaje con masacres por motivos étnicos en Pittsburgh en 2018 y El Paso Texas, en 2019, según CNN.
Trump reitera que impondrá una política migratoria extrema
El expresidente está planeando la expansión generalizada de las políticas de inmigración de línea dura de su primera administración si es elegido para un segundo mandato en 2024, incluida la detención de inmigrantes indocumentados que ya se encuentran en Estados Unidos y su envío a campos de detención en espera de su deportación.
“En mi primer día de regreso a la Casa Blanca voy a poner fin a todas las políticas de fronteras abiertas de la Administración Biden, voy a parar la invasión por la frontera sur y comenzaré la más grande y masiva operación de deportación en el país”, dijo el exmandatario.
Trump también reiteró el sábado su propuesta de “restaurar y ampliar” las prohibiciones de viaje que implementó por primera vez hacia algunos países en 2017 y se comprometió a “implementar un fuerte control ideológico para todos los inmigrantes ilegales”.
La prohibición de viajar afectó a muchos países de mayoría musulmana y a naciones africanas, lo que llevó a los críticos a argumentar que tenía motivaciones raciales.
Trump no dedicó mucho tiempo a explicar detalles de sus planes respecto a inmigración, pero el mensaje llega justo cuando el gobierno del presidente Joe Biden está en negociaciones con senadores republicanos en el Congreso para endurecer la política migratoria de EE.UU en relación con el derecho de asilo,a cambio de que aprueben una partida de gastos de seguridad que incluye ayuda para Ucrania, Israel y para la seguridad fronteriza.
La frontera sur de EE.UU. vive por estos días un mayor flujo de migrantes, especialmente en Arizona, lo que ha obligado a la gobernadora de ese estado, la demócrata Katie Hobbs, a enviar a la frontera a la Guardia Nacional.