Un revelador estudio publicado esta semana en la revista Nature Food encontró que cambiar a una dieta más saludable puede tener un impacto significativo en la expectativa de vida de las personas de mediana edad.
La investigación, que analizó datos de salud de casi medio millón de residentes británicos, ofrece esperanzadoras perspectivas para aquellos que buscan mejorar su bienestar a través de la alimentación.
El estudio realizado como parte del Biobanco del Reino Unido clasificó a 467,354 participantes según sus hábitos alimentarios y observó cómo estos evolucionaban con el tiempo. Los resultados aseguraron que aquellos que realizaron un cambio sostenido hacia una dieta más saludable, siguiendo las recomendaciones de la Guía Eatwell del Reino Unido, experimentaron un aumento de casi 9 a 10 años en su expectativa de vida.
“Hemos demostrado que el cambio dietético sostenido desde patrones poco saludables a las recomendaciones de la Guía Eatwell se asocia con un aumento de 8,9 y 8,6 años en la esperanza de vida para hombres y mujeres de 40 años, respectivamente”, señalaron los científicos involucrados en el estudio, incluyendo investigadores de la Universidad de Bergen en Noruega.
Lo más impactante fue que aquellos que adoptaron lo que los científicos llamaron la “dieta de la longevidad”, caracterizada por un aumento en el consumo de cereales integrales, nueces y frutas, y una reducción en las bebidas azucaradas y carnes procesadas, experimentaron un aumento aún mayor en la expectativa de vida, alcanzando los 10,8 y 10,4 años para hombres y mujeres, respectivamente.
El cambio de la dieta influye en la esperanza de vida
Los investigadores subrayaron que la magnitud del cambio en la dieta estaba directamente relacionada con las ganancias en la expectativa de vida. “Cuanto mayores sean los cambios hacia patrones dietéticos más saludables, mayores serán las ganancias esperadas en la esperanza de vida”, explicaron.
Aunque se observó que los mayores beneficios se obtenían cuando el cambio de dieta se implementaba a una edad más temprana, el estudio destacó que incluso las personas de 70 años podrían extender su expectativa de vida en 4 o 5 años si realizaban un cambio sostenido en su dieta.
Estos hallazgos tienen implicaciones significativas para la salud pública y han llevado a los investigadores a sugerir medidas gubernamentales para promover una alimentación más saludable en el Reino Unido. Entre las propuestas se incluyen impuestos a los alimentos dirigidos a la salud, mejoras en el ambiente alimentario en escuelas y lugares de trabajo, y subsidios para reducir el costo de los alimentos saludables.
“Esas medidas políticas, basadas en las estimaciones actualizadas sobre posibles ganancias en la esperanza de vida que proporcionamos en este documento, podrían guiar el despliegue de recursos para mejorar los patrones de alimentación saludable en toda la población”, sugirieron los investigadores.
En un momento en que la salud y el bienestar son prioridades mundiales, este estudio proporciona evidencia convincente de que una elección consciente en la alimentación puede no solo mejorar la calidad de vida sino también extenderla significativamente.
