Mariel tenía 14 años cuando se unió al colectivo Rastreadoras de Ciudad Obregón para buscar a su hermano mayor José Joel, desparecido en 2019. Cuatro años después, logró encontrar sus restos.
Tras años de intenso trabajo, la “pequeña rastreadora” sepultó a su hermano desaparecido en Ciudad Obregón.
Ahora, a sus 17 años, por fin obtuvo la paz mental de saber dónde se encuentra su hermano, aunque el dolor de haber perdido a su ser querido sigue vivo como hace cuatro años.
Mariel ya no tendrá que salir a más búsquedas, pues las autoridades le confirmaron hace unos días que los restos encontrados en un lote baldío corresponden a los de su familiar.
Un ataúd con los restos óseos de su hermano José Joel Soto Cervantes reciben las lágrimas de su hermanita que se apresta para darles la debida sepultura y el último adiós.
Los vestigios de José Joel fueron encontrados gracias a los trabajos de una empresa constructora que tuvo que mover tierra en el terreno baldío.
La pequeña rastreadora dejó de tener contacto con su hermano en julio de 2019, pero meses después acudió a una búsqueda del colectivo Rastreadoras de Ciudad Obregón para pedirles autorización de sumarse, ya que quería trabajar para encontrarlo.
Desde entonces, Mariel se convirtió en una hija adoptiva de las madres buscadoras que siempre la han apoyado y respaldado.