Las personas entran y salen de la tristemente célebre casa de la calle Aramberri, sobre todo, de esa habitación donde, dicen, sucedió el crimen que marcó a la Ciudad de Monterrey para siempre. Ahí, la mañana del 5 de abril de 1933, doña Antonia Lozano y su hija Florinda Montemayor fueron asesinadas por […]